Ante la Justicia, se presentó otro empresario de los acusados de ser partícipes necesario de una asociación ilícita destinada al cobro de sobornos por más de 200 millones de dólares. Se trata de Gabriel Benjamín Romero, dueño del grupo EMEPA, una de cuyas firmas es Hidrovía SA, allanada hace quince días por orden del juez Claudio Bonadio. El ejecutivo pidió ser un imputado colaborador en la causa donde se investiga al menos a 23 compañías como responsables de realizar un “sinnúmero de pagos de fondos ilegales” al gobierno kirchnerista.

El listado de empresarios que buscan convertirse en “arrepentidos” crece día a día en la investigación que inició con los cuadernos de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta. Los manuscritos, según consignó el fiscal Carlos Stornelli, se convirtieron en una “bitácora del delito” donde se volcaron direcciones de retiro de fondos ilegales, cifras de dinero que varias empresas pagaron, nombres de ex funcionarios y empresarios que fueron parte de esta “organización delictiva”.

A la fecha junto a más de veinte empresas bajo investigación, cuyo número se incrementará después que Carlos Wagner -ex presidente de la Cámara de la Construcción-, involucró a diez compañías más cuando se convirtió en imputado colaborador, un nuevo ejecutivo pidió colaborar con la Justicia.

Se trata de Gabriel Benjamín Romero, titular de Emepa -Hidrovía SA y Ferrovías, entre otras empresas- incluida en el extenso listado de firmas allanadas y de las cuales el juez Bonadio ordenó secuestrar agendas, anotaciones, teléfonos celulares, equipos de computación y registros de ingresos a los edificios.

La empresa, como otras de la construcción y del sector energético, está mencionada por Centeno en algunos tramos de los cuadernos y además está incluida dentro de las compañías que realizaban pagos al gobierno de Cristina Kirchner.

Del Grupo EMEPA se encuentra detenido el directivo Rodolfo Poblete, a quien después de su declaración indagatoria Bonadio le dictó la prisión preventiva.

El nombre de Poblete figura en los manuscritos  de Centeno: El 19 de marzo de 2010, donde según los registros del ex chofer,  existió una reunión en la que se entregó dinero, cuyo destino final fue el departamento de la mano de derecha de Julio De Vido.

“Lo llevé al licenciado Baratta y a Nelson Lazarte al 2do subsuelo de Alvear 1491, donde lo esperaba Rodolfo Paulette (sic), donde le entregó un bolso con 300 mil dólares al Lic. Baratta mientras con Nelson presenciamos desde el auto”, escribió Centeno.

Y amplió: “Salimos raudamente y lo llevé al Lic. a su depto, donde bajó con todo. Luego Nelson se fue y yo me quedé hasta las 18:00, cuando el Lic se fue en su auto a la Quinta de Olivos a jugar a la pelota con Néstor Kirchner e invitados”.

Clarín