El lunes 18 de julio de 1994, exactamente a las 9:53 de la mañana, una bomba hizo estallar el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de la calle Pasteur 633, en pleno barrio de Once.
Las víctimas fatales fueron 85 y los heridos ascendieron a más de 200. Tanto empleados de la mutual, visitantes, transeúntes y vecinos perdieron la vida como consecuencia del ataque terrorista.
En el 2001 se inició el primer juicio oral por el atentado en el Tribunal Oral Federal 3 que, durante tres años, juzgó a 22 personas implicadas en el ataque terrorista.
Se comprobó que hubo una trama de encubrimiento y corrupción judicial liderada por el entonces presidente de la Nación, Carlos Menem, los servicios de inteligencia, miembros de la comunidad judía como Rubén Baraja, el juez a cargo de la causa, Juan José Galeano y los dos fiscales federales que actuaron: Eamon Mullen y José Barbaccia, informa El Marplatense.
Los implicados en el ataque terrorista fueron absueltos por diferentes irregularidades cometidas en su contra, mientras que los autores materiales del encubrimiento fueron puestos a consideración de la justicia federal.
En el 2004 el juez Galeano fue destituido por mal desempeño de sus facultades. La causa fue tomada por juez federal Rodolfo Canicoba Corral. El magistrado realizó un pedido de detención contra ocho funcionarios iraníes, entre los que estaban ex presidente del país Alí Rafsanjani; el embajador Hadi Soleimanpour y el imán Moshen Rabbani. Irán rechazó los pedidos de captura por considerar que no existian pruebas.
En el 2013, el gobierno de Cristina Kirchner firmó un memorándum de entendimiento con Irán para que los acusados declaren en la causa en un país neutral o en Teherán. La comunidad judía lo rechazó y tramitó ante la Justicia una declaración de inconstitucionalidad que fue avalada por la Sala I de la Cámara Federal.
El gobierno kirchnerista recurrió esa decisión por considerar que se trata de una medida arbitraria pero cuando asumió la presidencia Mauricio Macri, el gobierno desistió de seguir con esa apelación y el memoradún quedó sin efecto.