Ocurre que ayer, alrededor de las seis de la tarde, un camión que transportaba mercadería para La Anónima de Cipolletti, fundamentalmente artículos de limpieza, volcó en las inmediaciones de Anguil, y durante cuatro horas fue sistemáticamente desvalijado por la gente atenta al suceso.
Hace poco menos de tres semanas, otro camión se accidentó en el mismo lugar y, al cabo de unos minutos, el sitio se encontró repleto de personas que llevaron en total unos 20 mil kilos de carne vacuna para sus casas. En los dos siniestros los choferes tuvieron heridas leves.
Aparentemente este camión, que venía de la provincia de Buenos Aires, tocó la banquina en la ruta 5, donde persiste un gran manchón de barro. De esta manera, el conductor perdió el control y volcó, esparciendo una gran cantidad de productos al suelo.
Al comienzo habían plasmas y notebooks, pero más tarde solo quedaban artículos de limpieza. También, quienes abordaron el camión volcado se retirararon con algunos muebles para armar, bolsas grandes de pañales y bolsas de carbón que, con mucha solidaridad, personas desde el techo de la caja lanzaban por los aires para que otros desde la superficie los atajen.
En un principio, tres agentes de la policía de Anguil quisieron custodiar el botín, pero de inmediato fueron reducidos con algunos golpes. “Nos doblaron en cantidad y físico”, dijo uno de ellos, a un cronista de este diario, mientras permanecía parado a un costado del camión.
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