La Justicia bonaerense procesó y citó a indagatoria a la docente Corina De Bonis, quien en setiembre del año pasado denunció que fue secuestrada y torturada en un barrio del partido de Moreno. Según informaron a Clarín fuentes judiciales, la maestra fue imputada por falso testimonio y falsa denuncia, y también quedó involucrada en el expediente la vicedirectora del Centro de Educación Complementario (CEC) 801, donde se desempeñaba la educadora.
El 12 de setiembre del año pasado, el dirigente sindical Roberto Baradel, secretario general de Suteba, denunció que a De Bonis la habían levantado en un coche cerca de su casa, en una zona suburbana de Moreno. De acuerdo con el relato de la docente, mientras la trasladaban de un lugar a otro, en el asiento trasero – a donde la metieron encapuchada- con un objeto tipo punzón le escribieron en el abdomen la frase “ollas no”.
Además, desde el gremio dijeron también que -de acuerdo con el relato de la víctima- días antes de esa supuesta privación ilegal de la libertad habían recibido amenazas telefónicas en el centro educativo. Eran advertencias por el trabajo social que hacían las trabajadoras de la educación mientras las clases estaban suspendidas en el distrito desde el 3 de agosto, cuando el estallido de una garrafa en la primaria 41 provocó la muerte de dos docentes.
Ahora, el fiscal Emiliano Buscalia, a cargo de la UFI N° 5 del departamento judicial Moreno-General Rodríguez, dispuso la indagatoria de De Bonis y también imputó por falso testimonio a María Fuentes, vicedirectora del CEC 801. Fue la directiva que dijo haber recibido las advertencias telefónicas. Pero las pericias determinaron que en realidad, el llamado presuntamente amenazante fue efectuado por la misma De Bonis.
El caso provocó conmoción en Moreno y también impactó sobre el gobierno provincial. Es que entonces, la Provincia estaba en plena disputa por una paritaria que no lograba alcanzar un acuerdo con los gremios docentes. Y además, el distrito llevaba más de un mes sin clases, porque después de la trágica explosión en la escuela 41, los directivos de todo Moreno habían decidido suspender las actividades hasta que se garantizara el buen estado de todas las instalaciones en los edificios escolares.