Cubrió el área metropolitana de Buenos Aires por lo que se cerró, temporalmente, Ezeiza y Aeroparque.
Durante el sábado, la niebla cubrió el área metropolitana de Buenos Aires y, por consecuencia, se cerró el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery. El meteorólogo Alpio Costa dijo que “no es niebla de las más comunes” y agregó: “Son nieblas de advección, no de las que se generan por el enfriamiento en la noche. Por eso no se van a disipar hasta que se levante viento o llueva que, recién se espera para mañana a la tarde noche”.
Su par del Servicio Meteorológico Nacional , Ignacio López Amorín, explicó: “En el final del otoño es normal tener nieblas y neblinas. Se produce cuando una masa de aire más húmeda se desplaza hacia una masa de aire más seca y fría. Entonces, el aire condensa y forma nieblas y neblinas. En este caso, está descendiendo aire relativamente cálido y muy húmedo desde el Litoral hacia la Provincia de Buenos Aires”.
Ambos especialistas coincidieron en que la niebla seguirá presente, al menos, hasta mañana al mediodía. “Como mañana seguirá siendo un día gris y húmedo, se podría extender toda la tarde, a menos que una aislada a la mañana ayude a atenuar la niebla”, detalló Costa y López Amorín agregó: “Esta situación va a persistir sobre todo en el este de la provincia y todas las zonas costeras por lo menos hasta mañana, cuando hacia la tarde o noche esperamos una perturbación en los niveles medios de la atmósfera que ingrese desde el océano Pacífico, pase por la Cordillera e ingrese a la Provincia. Cuando eso ocurra, es probable que se produzcas lluvias y algunas tormentas”.
“La niebla no aflojará hasta que llueva o se levante viento y, según los modelos, será recién a la tarde o noche de mañana. Seguirá como mínimo, hasta la mañana y podría extenderse todo el domingo”, remarcó Costa y López Amorín cerró: “El lunes un cambio de viento al sector sur con ráfagas, dejaría un marcado descenso de la temperatura. El martes estará el aire más seco y con temperaturas más bajas”.
Fuente: La Nación