El cultivo se llevará a cabo en la Finca el Pongo, que son tierras fiscales.
La provincia de Jujuy firmó un decreto para comenzar a cultivar y producir cannabis para uso científico y medicinal. Según anunció el gobernador Gerardo Morales , ayer se firmó un acuerdo con Germán Knop, CEO del laboratorio chileno Knop, para dar inicio al proceso.
“Es un proyecto que presentó la provincia de Jujuy. Se hizo un memorandum de entendimiento con el único laboratorio chileno que está autorizado en ese país para el manejo de cannabis, tiene todos los controles y funciona bajo la reglamentación vigente en el país vecino”, explicó a LA NACION Gustavo Bouhid, ministro de Salud de Jujuy.
Según detalló el funcionario, el cultivo se llevará a cabo en la Finca el Pongo, que son tierras provinciales. “En principio se utilizarán 3 hectáreas, se enviará la flor y el extracto a Chile, allí se procesará y se hará el aceite. Seguiremos todos los pasos que establece el Ministerio de Salud de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Agroperucaria (INTA), el Conicet y las autoridades correspondientes”, añadió Bouhid.
En cuanto a la producción del aceite, la primera etapa se llevará a cabo en Chile. “Ese aceite se importará para utilizarlo en los pacientes que formen parte del protocolo de investigación en Jujuy”, explicó el ministro. Es decir, esos pacientes recibirán el aceite de manera gratuita. “La etapa de comercialización recién comenzará una vez que se instale el laboratorio en la provincia de Jujuy, que será público privado”, detalló el funcionario.
Los pacientes serán seleccionados dentro del sistema de salud público, y evalúan que se incorpore a personas de todo el país, no solo de Jujuy. Con respecto al tipo de enfermedades en el que se aplicará el protocolo, Bouhid sostuvo que están manteniendo conversaciones con el Ministerio de Salud de Nación para ver si se puede incluir otras dolencias más allá de la epilepsia refractaria. “La idea es abrir el universo de patologías, como sucede en Chile y en los países que tienen más avanzada la etapa de investigación”, sostuvo.
“Este es el primer paso. Ya tenemos el visto bueno de Nación, pero ahora habrá reuniones con el Ministerio de Seguridad, la ANMAT, también irán a ver el laboratorio en Chile, el INTA va a evaluar la finca donde pensamos cultivar. Es un largo camino”, sostuvo Bouhid.
La legalización del uso del cannabis con fines medicinales fue impulsada por agrupaciones de familiares de pacientes que requieren el aceite para tratar diferentes afecciones, fundamentalmente casos de epilepsia. La ley 27.350 se aprobó en marzo del año pasado y fue reglamentada en septiembre de ese mismo año. Si bien no permite el auto cultivo, punto que fue duramente cuestionado por familiares y pacientes que utilizan el cannabis con fines medicinales, sí sentó las bases para el desarrollo de la investigación a nivel local.
La normativa creó el Programa Nacional para el Estudio y la Investigación de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales, que actúa en el ámbito de la Secretaría de Políticas, Regulación e institutos del Ministerio de Salud de la Nación .
Sin embargo, madres de chicos que necesitan el cannabis para el tratamiento de diversas patologías reclaman que el proceso para adquirir el aceite aún es muy engorroso y piden más celeridad en la aplicación de la ley.
“La producción y elaboración tendría que hacerse acá, porque si después hay que importarlo va a ser carísimo como sucede ahora. Sentimos decepción total. Nos prometieron otra cosa”, señaló María Laura Alasi, mamá de Josefina y una de las impulsoras de la legalización del uso medicinal del cannabis.
También manifestó su decepción Soraya Chisu, mamá de Katrina, una nena con encefalopatía crónica no evolutiva y epilepsia refractaria. “Nosotros siempre quisimos que se produzca acá el aceite. Sacamos la ley que se pudo, pero no fue lo que pedíamos. Al ser una ley de investigación tu hijo es ratita de laboratorio. Y nosotros ya estamos usando y cultivando y está funcionando”, dijo Soraya. Y añadió: “Todo lo que venga por laboratorio va a ser carísimo. Por lo menos que no nos metan presos si no nos van a dar el aceite, que nos dejen cultivar”.
Fuente: La Nación