Como lo hiciera en 2004 la Selección mayor en Ateneas, el seleccionado de básquetbol de 3×3 se consagró campeón de los Juegos Olímpicos de la Juventud. El equipo formado por Marco Giordano, Fausto Ruesga, Juan De la Fuente y Juan Hierrezuelo, dirigido por Juan Gatti, le ganó a Bélgica 20 a 15 el partido decisivo y se quedó con la medalla dorada.

A diferencia del partido de semifinales ante Ucrania, esta vez no hubo que correr de atrás. Como si se hubieran liberado tras el triunfo del mediodía, los chicos dominaron de entrada y el breve lapso entre un partido y otro no permitió que la mano de Marco Giordano se enfriara.

Con la conducción del base y cinco puntos suyos seguidos, Argentina se escapó a 5 (12-7) a 4 minutos del cierre. Y el pibe de Regatas volvió a meter dos tiros a distancia (al final sumó 11 puntos) al hilo para casi definirlo en el 17-10 a 2m22.

Con menos de un minuto por jugarse, el público que colmó como siempre pero a la vez como nunca el Parque Urbano comenzó a gritar “dale campeón”. El descuento europeo no alcanzó y los chicos emularon a la Generación Dorada: son campeones olímpicos de básquet.

Una semifinal a puro sufrimiento

Habían llegado a la final con no poco sufrimiento y de forma agónica ante Ucrania. Fue 18 a 16 en tiempo suplementario con una actuación de altísimo nivel de Marco Giordano.

Tal como sucedió en la mayoría de los juegos de instancias decisivas, ningún equipo pudo sacar una ventaja determinante. Aunque fue Ucrania, aprovechando las dudas de una Argentina tal vez nerviosa, la que se escapó, primero a 5-2 y más tarde a 16-12 cuando sólo quedaban 2 minutos.

Sin embargo, de la mano de Giordano (pese a que falló dos libres al hilo sobre el cierre), que marcó en total 10 puntos, Argentina pudo llevarse la victoria en un tiempo extra que paralizó a más de un corazón: en este formato, el primero en hacer dos puntos gana y ambos equipos intentaron en reiteradas ocasiones triples (que valen 2) sin éxito.

El desahogo fue total para los chicos, que luego emularon el oro que los grandes ganaron en Atenas 2004.

Clarín