La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) demoró este martes, cerca de las 15, en Ezeiza a Rodrigo Eguillor, el RRPP que fue acusado el 15 de noviembre por abusar sexualmente de una joven de 22 años.
Efectivos de la PSA se acercaron al joven y lo trasladaron a una sala. “Llamen a mi vieja”, atinó a responder el acusado. Su mamá es Paula Martínez Castro, fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora. Permaneció durante 20 minutos en una de las oficinas del aeropuerto, hasta que Eguillor abrió la puerta y manifestó: “Me están privando de la libertad”.
También relató que le estaban tomando las huellas dactilares (“me están por hacer tocar el piano”) y que lo notificaron del impedimento para salir del país: “Me van a llevar al juzgado. Les pido que llamen a mi mamá que debe estar muy asustada. O a mi hermano”, agregó Eguillor, con un cigarrillo en la mano.
Fuentes judiciales le confirmaron a Infobae que el Juzgado N° 48 a cargo de Alicia Iermini no pidió la detención de Eguillor. También aseguraron que si el RRPP quiere dejar la Argentina deberá pedir autorización en cada juzgado en el que posea un expediente. Esa autorización no fue pedida en el juzgado en el que tiene la denuncia del ataque en San Telmo.
Según declaró el propio Eguillor en diversas entrevistas, tenía previsto viajar a Madrid para presenciar la final entre River y Boca por la Copa Libertadores. Aseguró que tenía pasaje para esta noche, pero llegó temprano al aeropuerto de Ezeiza y convocó a medios de prensa para dar su versión sobre los hechos sucedidos en el departamento porteño.
M., oriunda de Ituzaingó, denunció haber sido abusada por Eguillor en un edificio en el barrio de San Telmo, en la esquina de Independencia y Piedras. Un video que se viralizó en redes sociales lo muestra forcejeando con la denunciante en un balcón. Ella contó que estaba desesperada y quería escaparse del inmueble. Él dice que le salvó la vida.
Supuestamente, Eguillor la había invitado a cenar y a salir a la disco Jet, donde él había trabajado, pero terminó accediendo a acercarse a un departamento en la intersección de las calles Independencia y Piedras. Según Eguillor, él vivía ahí con un amigo, que estaba cuando la joven llegó al domicilio.
“Él quiere dar vuelta la versión y dice que se quería suicidar, pero ella lo único que quería era salir de ahí porque estaba encerrada. Por eso llegaron la policía y los bomberos”, contó una persona cercana a la víctima que pidió la reserva de su identidad. Desde la familia, temen que la exposición de Eguillor, que dio gran cantidad de entrevistas, desvíe el eje del caso, que es el supuesto abuso que M. sufrió.
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