El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, encabezó ayer una reunión virtual con los secretarios y secretarias de Salud de de los municipios bonaerenses para explicar que, a partir de ahora, sólo será necesario hisopar a las personas con síntomas de COVID-19 si son mayores de 60 años, si tienen una enfermedad de riesgo o si están embarazadas. El resto de la población se considerará caso confirmado por criterio clínico epidemiológico.
Del encuentro participaron el jefe de Gabinete del ministerio de Salud, Salvador Giorgi; la subsecretaria de Atención y Cuidados Integrales de la Salud, Alexia Navarro; la subsecretaria Técnica, Administrativa y Legal, Victoria Anadón; la subsecretaria de Gestión de la Información, Leticia Ceriani; la subsecretaria de Salud Mental, Julieta Calmels; el director provincial de Hospitales, Juan Riera y la directora de Vigilancia Epidemiológica, Teresa Varela.
En el actual contexto de la pandemia, detalló el Ministro, la cantidad de casos no tiene un correlato con una mayor tensión en el sistema de salud porque, gracias a la vacunación, los cuadros son en su mayoría leves. Kreplak agregó que en este momento “tiene más sensibilidad, es más certero y confiable el criterio clínico epidemiológico que los testeos, que suelen dar falsos negativos”.
Por otra parte, explicó que estas decisiones se consensuaron en COFESA, el consejo que reúne a los y las ministras de Salud de todo el país, con el aval de los Comités de Expertos. El sentido del testeo a esos grupos poblacionales se relaciona con la posibilidad de emplear en forma oportuna los tratamientos que probaron eficacia en personas de mayor riesgo.
En cambio, se considera caso confirmado por criterio clínico epidemiológico, sin necesidad de realizarle un test, la persona con síntomas de COVID-19 menor de 60 años y sin enfermedades de riesgo y a los contactos estrechos de un caso confirmado que presenten síntomas (estos últimos deben comunicarlo a la línea 148). Tampoco es necesario que se testeen los contactos estrechos que no tienen síntomas, quienes tienen que viajar y quienes deben volver a trabajar después de cumplir con el periodo de aislamiento por haber tenido coronavirus.
Los motivos del cambio
Kreplak dijo que los testeos masivos tenían sentido cuando se registraba “una correlación mucho más predecible entre la cantidad de casos y la cantidad de internados”, y ejemplificó: “Eso nos llevó en la segunda ola a cerrar la nocturnidad y hacer un cierre de nueve días que nos permitió frenar los casos y que no colapse el sistema”.
Hoy, detalló, “no vemos una conexión tan clara por la velocidad de esta variante y porque con la población vacunada la enfermedad es leve, más corta en el tiempo y, por lo tanto, la correlación entre casos e internaciones se pierde”.
La diferencia se observa también en la cantidad de muertes: “Tenemos 140 y 158 casos fallecidos en las dos primeras semanas de enero contra 1.900 que tuvimos en el peor momento. Entonces lo que se ha decidido es ir avanzando hacia los criterios clínicos, que tienen un nivel de especificidad y sensibilidad que superan, en muchos casos, la sensibilidad que puede tener un test de antígenos”, precisó el Ministro.
Finalmente, las autoridades sanitarias de la Provincia pidieron a los secretarios y secretarias de salud que informen de estos nuevos criterios al personal del primer nivel de atención que hará el diagnóstico por criterio clínico epidemiológico en los centros de atención primaria municipales, y solicitaron que toda detección de un caso confirmado sea cargado en el SIISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino).