El gobierno bonaerense está diciendo que no al planteo que empezaron a enarbolar varios gremios estatales que pretenden que el pago a cuenta de la paritaria de este año de 4 mil pesos sea tomado como una compensación frente a la pérdida que los salarios sufrieron en 2019.
Así lo publica hoy el diario El Día de La Plata en un informe especial.
Según indica el matutino de la capital provincial, para la administración de Axel Kicillof, la Provincia no está en condiciones de atender esa demanda retroactiva.
Se trata del primer contrapunto que surge entre Kicillof y los sindicatos y que tiene que ver con la negociación salarial del segundo semestre del año pasado que nunca se reabrió. Los gremios quieren aplicar la cláusula que firmaron en 2019 con el gobierno de María Eugenia Vidal por la cual se había establecido que si la inflación superaba el porcentaje acordado, la paritaria se reabriría en noviembre.
El costo de vida superó largamente la mejora pactada pero la administración anterior no convocó a una nueva negociación. “Quedamos 30 puntos abajo”, se quejan los estatales.
“El compromiso de reabrir la negociación no fue de un Gobierno, fue de la Provincia. Por eso reclamamos que se dé cumplimiento a ese compromiso”, le dijo a este diario el secretario general de AERI (el sindicato que nuclea a los empleados del ministerio de Economía, ARBA y el Registro de la Propiedad), Daniel Locuoco. “Si no se aviene el nuevo Gobierno a rediscutir la pérdida salarial de 2019 iremos a la Justicia a plantear ese incumplimiento”, añadió.
AERI se sumó así al planteo que hace unos día formuló la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) en el sentido de exigir que el pago a cuenta de la paritaria de 4 mil pesos que se liquidará con los sueldos de febrero y marzo (y que se cobrará en marzo y abril), no se impute a la paritaria de este año sino a la de 2019.
“No estamos en condiciones de reabrir esa negociación”, dijeron a este diario en la Gobernación. El primer chispazo por la cuestión salarial, ingresó a escena.
Los estatales quedaron fuertemente rezagados en relación a los gremios docentes. Luego de una tensa negociación, los maestros consiguieron que Vidal firmara un acuerdo paritario con cláusula gatillo. Así, los sueldos de los educadores se ajustaron por inflación y lograron al menos mantener el poder de compra.
Los estatales aseguran que quedaron 30 puntos abajo en 2019 en relación a la inflación, a lo que habría que sumar unos 5 puntos adicionales de recomposición correspondientes a 2018 que consiguió el Frente Gremial Docente pero no el resto de los sindicatos.