Cesaron las expectativas. Como estaba previsto, en el primer día hábil posterior al 15 de septiembre, el equipo de Hacienda, liderado por el ministro de Hacienda, presentó a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja las pautas básicas de la denominada “ley de leyes”, para su tratamiento formal en el recinto.

La síntesis presentada por el ministro Dujovne hizo ruido en lo referente a uno de los puntos qué más preocupan a los mercados, que es el nivel del tipo de cambio real necesario para que el país pueda revertir el abultado déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos; esto es, que las exportaciones superen a las importaciones, o al menos la equiparen en una primera etapa, y que un comportamiento y punto de giro similar se produzca en el movimiento del turismo internacional.

Sin embargo, para que 2018 cierre con un tipo de cambio promedio de $28,30, en los tres meses y medio que restan la paridad debe subir a una media de más de $50 por dólar, porque hasta el viernes ese promedio daba para el canal mayorista, que es por donde se cursa el comercio exterior y la mayor parte de las divisas que mueve el sistema financiero era de $24,18 por dólar.

Concretamente el informe sintetiza: “La proyección de inflación asume una baja del tipo de cambio real multilateral para 2019, punta contra punta, del orden del 8% interanual. Luego del acelerado aumento del tipo de cambio nominal que ocurrió entre mayo y agosto de 2018, el tipo de cambio real multilateral llegó a niveles récord para la última década. Proyectamos una reversión de esta tendencia en la medida en que se anclen nuevamente las expectativas de inflación”.

Y agrega: “En 2019 se corregirá más de un 50% el déficit de cuenta corriente medido en dólares. Proyectamos un déficit de cuenta corriente de aproximadamente USD 9.900 millones (2,2% del PBI), que se compara con uno de USD 22.400 millones proyectado para 2018. Esta corrección refleja la suba del tipo de cambio real multilateral, la desaceleración de la demanda de importaciones, la reversión de la sequía y el mayor crecimiento de los socios comerciales”.

Sin embargo, en la página  13 de la presentación se observa que el tipo de cambio promedio esperado para el año próximo es de $40,1 por dólar, un 41,7% nominal superior al previsto para 2018, pero es inferior en 20% a los $50 que asumió Hacienda al prever el promedio de este año; y una caída del 35% en términos reales, esto es, si se deduce el efecto de la inflación proyectada de 23% a fines del próximo año.

Llama la atención que se intente equilibrar las cuentas externas a través de la baja del tipo de cambio real multilateral, esto es, comparado con la variación de las monedas de los principales socios comerciales, cuando justamente lo que necesita el país en este momento es todo lo contrario.

Y sobre todo, cuando ya el Gobierno pagó el alto costo de dejar librado al mercado que hiciera el salto cambiario de más del 100% desde inicio del año, equivalente a una devaluación de más de 50% del peso; y además haber observado que una vez más el ancla cambiaria no ha sido un buen instrumento de baja de la inflación de modo sustentable.

Los mejores momentos de la economía, en términos de crecimiento se  han logrado en los años de alto nivel del tipo de cambio real, pero para que sea sustentable, se requiere que sea acompañado con el aumento de la eficiencia del gasto público y la reducción de la presión tributaria, para que actúe como incentivo de la inversión productiva de largo plazo.

Los 9 puntos centrales de las pautas para el nuevo año:

En líneas generales las expectativas no se vieron defraudadas respecto a lo anunciado previamente con motivo de la negociación del Acuerdo II con el FMI;  tal como:

1. Proponer el primer equilibrio primario en 10 años en términos de PBI (en valores nominales se proyecta un rojo de $7.270 millones);

2. Reducción del desequilibrio financiero en 21,4% nominal, a poco más de $600 mil millones, equivalente a 3,3% del PBI;

3. Virtual estancamiento de la actividad agregada, baja 0,5%, producto de un arrastre negativo del 2010 de 3,7%, pero crecimiento en el último trimestre del orden de 5 por ciento;

4. Desaceleración de la inflación de un ritmo que el mercado proyecta en un piso de 45% hacia fin de este año a 23% al cierre del próximo;

5. Suba promedio del tipo de cambio de pesos por dólar de un promedio de $28,3 a 40,1 pesos;

6. Disminución del consumo público y privado, 3,4% en el primer caso y 1,6%, con un promedio de caída de 1,9 por ciento;

7. Recorte del desequilibrio comercial, con exportaciones que sube a una tasa media de 20,9% e importaciones apenas 2,8% real;

8. Otro año de desinversión, la  inversión bruta interna fija se pronostica con un declive de 9,7%, a 16,3% del PBI;

9. Recaudación tributaria, aumento nominal 38,9%, impulsada por el crecimiento de cobro de retenciones en 173% y de los derechos de importación 47 por ciento.

Infobae