Los votos en contra superan por diez a los que están a favor.

Cuando faltan tres días para una sesión histórica en la Cámara de Diputados, el rechazo a la legalización del aborto le saca una leve ventaja de 10 votos al respaldo al proyecto, pero la definición sigue en manos de 30 legisladores que se mantienen indecisos.

Hasta el momento, 117 diputados fijaron postura en contra de la iniciativa, 107 lo hicieron a favor, uno anticipó que se abstendrá y 30 se mantiene indefinidos.

De las 101 mujeres que tiene la Cámara baja (casi el 40 por ciento del total), 50 se manifestaron en contra de la legalización, 42 a favor y 9 permanecen indefinidas. En los hombres también son más los que se oponen: 67 en contra, 65 a favor y 21 indefinidos.

En lo que respecta a las provincias, hay una buena diferencia de respaldo al proyecto en: Buenos Aires (43 votos a favor, 20 en contra y 5 indecisos), Río Negro (todos a favor, son 5) y en la Capital Federal (14 a favor, 8 en contra y 3 indecisos). También hay una diferencia a favor en otros tres distritos, pero con diferencias menores y un buen porcentaje de indecisos, como Misiones, Neuquén y Tierra del Fuego.

La contracara puede verse en las provincias de Chaco (2 a favor y 5 en contra), Jujuy (2 a favor y 4 en contra), Salta (6 en contra y 1 indeciso), Santiago del Estero (6 en contra y 1 indeciso), Córdoba (4 a favor, 13 en contra y 1 indeciso), San Juan (todos en contra, son 6) y San Luis (4 en contra y 1 indeciso).

El dictamen final -que se formalizará pasado mañana en la última reunión de comisión- es un texto más moderado, con el propósito de construir una mayoría, pero mantiene el eje medular de la iniciativa: el reconocimiento del derecho de toda mujer o persona gestante de practicarse un aborto hasta la semana 14 de gestación. Además, el dictamen establece que, fuera de este plazo, la mujer podrá interrumpir su embarazo en caso de violación; si estuviera en riesgo la vida o la salud de la mujer, y si se diagnosticara la inviabilidad de la vida extrauterina del feto. Así, se modificó el artículo original, que habilitaba el aborto en caso de “malformaciones fetales graves”, lo que generó un fuerte rechazo de asociaciones en torno a la problemática del síndrome de Down.

También se modificó el artículo que habilitaba a las menores de 16 años a practicarse un aborto sin la autorización de sus padres; el dictamen remite a lo dispuesto en el Código Civil y Comercial, que dispone que ante tratamientos invasivos -y el aborto lo es- los jóvenes de entre 13 y 16 años deben tener el consentimiento de sus progenitores. A pedido de varios legisladores, se incluyó en el texto la objeción de conciencia, la cual exime a los profesionales de la salud contrarios al aborto de realizar esta práctica.

Fuente: La Nación