La Nación y la Provincia buscarán reforzar los planes sociales. El Banco Central y el Ministerio de Producción avanzarán esta semana en bajar tasas a las pymes. Y la ayuda del FMI serviría para amortiguar nuevos coletazos de los mercados globales.
El equipo económico del presidente Mauricio Macri tiene en mente sortear la contracción de la actividad de los próximos meses sobre la base de tres pilares.
– Usar el salvavidas del FMI de US$ 50.000 millones para fortalecerse frente a la volatilidad del contexto internacional.
– Emprender una política fiscal y monetaria más coordinada.
– Reforzar los planes sociales.
Respecto a la primera columna, para mantener a raya la incertidumbre de la economía global, el país cuenta con el stand by del Fondo, analiza una fuente del equipo económico. El viernes a última hora, cuando el dólar ya había perforado los $28 y bajaba en una semana -algo que no sucedía desde hace dos meses-, el Gobierno evaluaba que la corrida cambiaria confirmó la fragilidad del plan de reducir el déficit fiscal y la inflación a la vez. Un funcionario contó a Clarín que el salvavidas del FMI ayudará a continuar con esas tareas, aún cuando la economía caiga en los próximos meses. Va un ejemplo: la semana que pasó los mercados emergentes sufrieron caídas significativas-se fueron US$ 6.000 millones según datos del mercado-. Sin embargo, la Argentina resultó menos damnificada y hasta logró captar US$ 4.000 millones el lunes. El respaldo del FMI y la recategorización de Morgan Stanley Capital Index jugaron a favor.
Otro tema fundamental, citan en Hacienda y Producción, es Brasil. El real se depreció 14% en tres meses y los candidatos presidenciables no despejan dudas sobre el manejo de la economía. “La incertidumbre y el ruido es importante”, admite un funcionario clave. “Habrá que monitorear y acompañar lo que allí suceda”, completa.
En el Gobierno reconocen que la ayuda del Fondo ni alcanzará ni evitará que la economía esquive las consecuencias de la devaluación o cualquier otro ruido. Recuerdan por ejemplo que la semana anterior, cuando ya había sido anunciado el stand by, el anuncio del crédito del FMI no consiguió por sí solo calmar la corrida cambiaria. ¿Cómo cesó la tormenta? Con un paquete del Banco Central -más encajes, nuevas regulaciones y una tasa de interés más alta, básicamente-, que generó credibilidad entre los banqueros y los calmó. Así lo interpretan hoy en el Gobierno.
Cerca de Macri ya lo saben. La suba del dólar de casi 35% entre abril y junio dejará una caída de la actividad en el tercer trimestre y una tasa de interés arriba del 40%. ¿Qué harán para morigerar sus impactos?
Por un lado están las medidas en el plano social. “El eje de la agenda será reforzar la política a favor de los más vulnerables”, comentan cerca de la gobernadora María Eugenia Vidal. En la Provincia empiezan a atajarse. ¿Con qué dinero la gobernadora afrontará el desafío? “El aumento de la inflación dejará más recaudación -explican-, aún cuando los ingresos tributarios se resientan por la contracción”.
Desde el lado del Gobierno Nacional, Nicolás Dujovne cuenta también con recursos extra para atender el deterioro de los indicadores sociales como consecuencia de la suba del dólar. Así quedó estipulado con el FMI: el déficit fiscal primario aumentará a 1,5% del PBI en 2019 si considera que el panorama así lo requiere. Para ello, explican, no hay que esperar a que las estadísticas empeoren sino que el Gobierno lea la necesidad de incrementar esos recursos.
El nivel de la tasa de interés es otro de los temas de la agenda que el Gobierno estudia para evitar complicaciones a las empresas y trabajadores. Así ya lo había adelantado el titular del Banco Central, Luis Caputo, en la semana. También Dante Sica, ministro de la Producción. Mañana habrá una reunión entre ambos. Y se espera que hablen del tema. Uno de los aspectos será la evaluación sobre modificaciones en el manejo de los cheques. Son cuestiones regulatorias que llevarán tiempo de análisis y estudios. En líneas generales, el plan oficial pasa por acercar a las empresas una mayor liquidez en un contexto en el que el crédito se resentirá.
Por último, está la agenda del dólar. Consultado al respecto, un funcionario señaló que lo importante en los próximos días pasará por “estabilizarlo”. Tal cuál sucedió en esta última semana. Para más adelante quedará la discusión o debate sobre cómo evitar su atraso, sobretodo si los precios mayoristas suben como consecuencia del ‘viaje’ que se pegó el tipo de cambio de $20 a $27 en dos meses. ¿Y si vuelven capitales a entrar? Distintos ministerios del área económica no dudan en responder qué debería suceder si retorna la apreciación cambiaria -tal cuál sucedió a la salida del default-: el Banco Central deberá actuar bajando las tasas de interés para desalentar el carry trade y el abaratamiento del dólar. Todo lo contrario a lo que hizo la política monetaria de la anterior gestión del Banco Central, señalan.”Una política fiscal y monetaria con más cohesión”, suena en el equipo económico.
En el Gobierno confían que la economía mostrará resultados favorables en el último trimestre del año. Y que en el verano la actividad tendrá una tónica más marcada. Los analistas privados son más prudentes en cambio. “Con suerte, recién hacia el final del año podríamos estar iniciando una recuperación”, señaló el economista Federico Muñoz, director de la consultor FM&A, en su informe. “Se vienen varios meses de frío intenso en la economía”, dice.
Fuente: Clarín