En los últimos días circuló la noticia de que a partir de agosto los precios de los combustibles podrían registrar alzas de hasta un 2,5%. Sin embargo, por el momento los surtidores mantienen las cifras de julio porque las empresas absorbieron las subas.
En diálogo con El Marplatense, Patricio Delfino, representante de la Cámara de Expendedores de Combustibles, explicó que el aumento correspondiente a los impuestos a los combustibles líquidos fue de un 0,4% para el gasoil y un 0,5% para la nafta. “No ha habido un cambio en los precios que paga el público, pero está aplicado”, dijo.
En porcentaje, el referente consideró que se trata de una suba “chica”, pero significativa a la hora de contabilizar los millones de litros que se venden. Por lo tanto, todavía no está definido si trasladará a los consumidores, ni cuándo. “Hasta ayer se especulaba que iba a quedar congelado hasta las elecciones de octubre, pero no hay nada oficial”, manifestó.
Delfino consideró que, como máximo, el ajuste final sería de entre un 2% y un 2,3%. Para ello, se tienen en cuenta tres componentes principales: el valor del crudo, de la cotización del dolar y el cambio de los impuestos. “De un momento a otro por ahí tenemos el valor de combustibles acorde con el resto de los países limítrofes y luego tenemos una devaluación fuerte y cambia”, comentó.
En relación a una posible variación drástica tras las elecciones, el titular concluyó: “Los precios no están atrasados ni tampoco caros, están razonablemente bien, por lo que no debería haber una gran modificación”