La Justicia dictó el embargo de una cuenta con US$ 20 millones que Carlos Wagner posee en Suiza. Se trata del empresario de la construcción confesó haber formado parte del esquema de recaudación ilegal que Oscar Centeno describió en sus cuadernos y que está procesado como parte de la asociación ilícita.
El juez Claudio Bonadio ordenó que se trabara un embargo como una medida preventiva para congelar los activos del dueño de Esuco S.A., ya que sospecha que parte del dinero de las coimas podría estar allí. La justicia entiende que los sobornos se pagaron con fondos que provenían de los sobreprecios de la obra pública, aunque el dinero no siempre llegaba en su totalidad al bolsillo de los exfuncionarios. Por este motivo, parte de los fondos pudieron haber quedado en las cuentas personales de los ejecutivos.
Wagner confesó ante la Justicia haber ejercido un rol clave, desde la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) para cartelizar la obra pública durante el kirchnerismo. Además de repartir los contratos, oficiaba de garante si alguno de los empresarios no cumplía con los sobornos acordados.
La cuenta fue detectada gracias a un aporte de la Unidad de Información Financiera (UIF), organismo que mantiene un acuerdo de cooperación con las autoridades de Suiza.
Wagner fue uno de los empresarios más beneficiados durante el kirchnerismo ya que acumuló contratos por más de $6.900 millones durante la última década. De esta forma Esuco se posicionó como la séptima firma en el ranking de contratistas del Estado.
Si bien el empresario quedó procesado como miembro de la asociación ilícita, los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo apelaron porque lo señalan como uno de los organizadores de la banda, lo que deberá ratificar o rechazar la Cámara Federal.
TN