El Gobierno nacional aclaró ayer que “no habrá aumento” generalizado de las retenciones, pero sí reconoció que se estudia un incremento del 31 al 33% en la alícuota a la exportación de aceite y harina de soja, en medio de la suba de los precios de los commodities como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Con el objetivo de desactivar una posible protesta en las rutas del sector agropecuario, que se mostró molesto por la suspensión de las exportaciones de harina y aceite de soja, dos de los principales productos de exportación de la Argentina en valor, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerrutti negó que se esté pensando en una suba general de las retenciones. Sin embargo, reconoció que sí es posible el incremento de dos puntos de las retenciones a la harina y aceite de soja, que tributan actualmente un 31%.
“Se están estudiando una cantidad de medidas, ninguna es la suba de la retención a la producción de maíz, a la soja o al trigo”, aseguró Cerruti en Casa Rosada, quien anticipó, que las medidas se anunciarán entre el jueves y el viernes, luego del debate del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Senado.
El objetivo de la administración nacional es morigerar el impacto de la suba de los alimentos en el mundo como consecuencia de la invasión de Rusia en Ucrania que disparó los precios de las commodities. “Tenemos que entender que las consecuencias económicas de la guerra ya llegaron a la Argentina. Y la preocupación del Presidente es detener está subas que se dan en un contexto mundial”, dijo Cerruti.
Hoy el presidente Alberto Fernández se reunió con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para analizar medidas ante el aumento de precios que registran diversos productos que la Argentina exporta y que impactan en la economía nacional, y dejó trascender que el cierre de las exportaciones de aceite y harina de soja, criticado por las entidades agrarias y hasta gobernadores aliados, será “transitorio”. Entre las medidas que se analizan, trascendió, están ampliar precios cuidados y fijar precios máximos para artículos de primera necesidad, o incrementar 2% las retenciones a la harina y aceite de soja y ampliar los fideicomisos.
Hasta el momento están cerradas las exportaciones, pero no hubo un aumento de retenciones. Con la medida, el Gobierno aumentaría las retenciones de ambos productos del 31% al 33% por razones fiscales. De esta manera se suprime el diferencial de derechos de exportación que hay entre el poroto de soja que paga 33% y los subproductos. De ahora en más todos pagarían 33% de retenciones. Si pasa, la recaudación aumentará unos US$ 450 millones, según estimaciones; es decir, 0,9% del Producto Interno Bruto (PIB).
En este contexto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, rechazó ante los senadores que el FMI sea quien pida una suba de las retenciones y que el Gobierno lo esté analizando. “No se está contemplando un aumento de los derechos de exportación de los granos como el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y demás granos. Eso tiene que ver con la situación bélica que está viviendo y con buscar contar con elementos para evitar que haya un efecto desestabilizante en el costo de la canasta alimentaria en millones de argentinas y argentinos”, dijo.