Ayer sábado 9 de febrero se cumplieron 18 meses de la desaparición física del joven treintense Gaston Galeano y un aberrante acto observado en las últimas horas en relación a su memoria causa total repudio.
En la cruz que simboliza un santuario, montada por familiares y amigos de Gaston, sobre la banquina del acceso Padre Dutra a la altura del trágico accidente fue víctima del robo de pertenencias que allí se encontraban.
Su madre, Monica Martinez, a través de su perfil de Facebook detalló que se robaron un llavero, un anillo, un rosario, una cadena con la imagen de una virgen y otra cadena con una cruz. Además expresó que se siente “enojada e indignada”.
Seguramente nunca se sabrá quién es el responsable de las pertenencias que están faltando, pero sí debe ser indudable que actos de esta estirpe tiene que ser totalmente repudiados y socialmente condenados.