Con más de 6 millones de argentinos esperando recibir la segunda dosis de la vacuna Sputnik, cuya disponibilidad se encuentra reducida debido a retrasos en la entrega por parte de Rusia, el Gobierno nacional comenzó a poner en marcha un ensayo clínico para evaluar la eficacia y seguridad de combinar vacunas de distintos laboratorios a fin de completar los esquemas de inoculación. Así lo publica el diario El Día.
El estudio se realizará en base a la combinación de las vacunas disponibles en Argentina, es decir las de AstraZeneca, Sinopharm y Sputnik. Pero además está latente la posibilidad de usar la vacuna china de Cansino, que comenzaría a llegar a finales de mes.
“Tenemos que generar nuestra propia evidencia, evaluar inmunogenicidad, seguridad y observar si en los esquemas heterólogos hay mejores resultados con las variantes en lo que se refiere a la respuesta”, dijo el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Manuel Castelli.
Aunque entre algunos sectores de la población genera cierto resquemor, la combinación de vacunas constituye una estrategia que ya ha sido aplicada con éxito por varios países como “el Reino Unido, España y Alemania para tener mayor flexibilidad”, resaltó ayer el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, luego de que el Ministerio de Salud lanzara una convocatoria a investigadores para realizar estudios clínicos en esa dirección.
Aunque se cuenta con varios estudios internacionales que demuestran la efectividad de combinar diferentes plataformas vacunales, lo cierto es que todavía no hay experiencia con las vacunas aplicadas en nuestro país. De ahí que el Gobierno nacional busca obtenerla por medio de un estudio multicéntrico que ser realizará en varias provincias del país.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires, ayer se confirmó que un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata participarán del ensayo midiendo el nivel de anticuerpos de los voluntarios que reciban la segunda dosis con una vacuna diferente a la primera, y evaluando también eventuales efectos adversos tras la aplicación.
“La necesidad de tener a la mayor cantidad de gente con dos dosis aplicadas para que puedan estar inmunizadas ante el ingreso de la variante Delta nos exige a pensar cómo adelantar el proceso de vacunación”, señaló ayer Guillermo Docena, coordinador del Grupo Covid de la Facultada de Ciencias Exactas y uno de los investigadores convocados para sumarse a la investigación.
“Por el momento la opción que tenemos es dar una primera dosis de vacunas de vectores virales, como Sputnik V y AstraZeneca, y que la segunda sea la de Sinopharm, que es de virus inactivado. Pero sabemos que hay negociaciones con la Barat de India, la Cansino de China y con Pfizer de Estados Unidos, por lo que, en el caso de que lleguen, se las incluirán en los estudios, ya que cuanto más plataformas de vacunas tengamos disponibles, mejor podremos avanzar en el proceso de inmunización”, señaló el investigador.
Como señaló Docena, el Ministerio de Salud bonaerense “se encargará de la logística para convocar a quienes ya tengan aplicada una dosis de vacuna y deseen participar de la investigación, siempre de manera voluntaria” y se estima que en un plazo de “entre uno y dos meses” se podrían obtener resultados que permitan evaluar la respuesta inmunológica, la eficacia y la seguridad de combinar plataformas de vacunas.
Esta información será “clave en función de diseñar la estrategia a futuro, pensando en incluir un tercer refuerzo en el esquema de vacunación para sostener la respuesta inmune ante la aparición de nuevas cepas”, remarcaron ayer en un comunicado las autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.