El juez federal Claudio Bonadio citó a indagatoria a Francesco Raúl Macri y a Gianfranco Macri, padre y hermano del presidente de la Nación, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas. En este caso es por “los montos ilegales recaudados por el entonces titular del Occovi (Órgano de Control de Concesiones Viales) y aportados por los titulares de las concesiones viales”, indica la resolución.
El magistrado también llamó a declarar a otros empresarios del sector como Gerardo Ferreyra -de la firma Electroingeniería-, a Marcelino Aznar, de Decavial sociedad anónima, y a Eduardo Eurnekian de Corporación América.
En el Gobierno evitaron hacer comentarios sobre el impacto político de la convocatoria judicial y, ante una consulta, respondieron: “Cero repercusión. No comment”. No sólo en la Casa Rosada se intentó, sin éxito, recoger alguna opinión: en el encuentro en Parque Norte, donde se juntaba la primera línea del PRO en clave de inicio de campaña, todos se mantuvieron en silencio. “Me estoy enterando por ustedes, no tengo opinión”, dijo Horacio Rodríguez Larreta. “Son decisiones de la Justicia”, respondió Patricia Bullrich.
Poco después de conocida la citación, desde el entorno de la familia Macri salieron a aclarar que el empresario no está en condiciones de presentarse ante el juez Bonadio a responder por preguntas de cargo. El principal obstáculo para cumplir con ese acto procesal es que la salud mental de Franco Macri entró en una etapa de sostenido deterioro, y hoy se encuentra en su casa, con cuidados paliativos.
Lo cierto es que después del procesamiento de Paolo Rocca como miembro de la asociación ilícita que -según Bonadio-, comandó Cristina Kirchner y que se dedicó al cobro de fondos ilegales desde el extinto ministerio de Planificación Federal, el magistrado avanza sobre otros importantes empresarios, en este caso, sobre la propia familia presidencial.
La lista de este nuevo llamado a indagatoria incluye además a los exfuncionarios kirchneristas que tuvieron bajo su autoridad las concesiones viales, entre los que se encuentran Claudio Uberti, José López, Ricardo Jaime y el ex ministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
En la resolución se detalla que a Franco Y Gianfranco Macri se los cita por el Acceso Norte y la firma Autopistas del Sol S.A . Ambos deberán presentarse en los tribunales de Comodoro Py el próximo jueves.
A los familiares del Presidente también se les imputa haber pagado coimas por el acceso Oeste a través del grupo concesionario Oeste SA. Por eso también se citó a indagatoria para el 14 de diciembre a otros integrantes de la firma como Manuel Socasau, José Luis Giménez Sevilla y Miguel Ángel Gutiérrez.
Eduardo Eurnekian, en tanto, deberá responder ante la justicia por al corredor Vial número 4, a cargo de Corporación América S.A, y por la ruta 8 tramo Pilar a Pergamino y su concesionario corredor Americano SA. Está citado a declarar el 19 de diciembre a las 10.
Al empresario Gerardo Ferreyra, preso en este expediente y dueño de Electroingeniería, se lo citó para el 18 de diciembre, y está imputado por el presunto pago de sobornos en relación al corredor Vial número 3 a cargo de la empresa Vialco S.A.
El primero en brindar información respecto a un supuesto circuito de coimas entre los concesionarios de peajes fue Claudio Uberti, el ex funcionario K que fue aceptado como imputado colaborador en la causa y dio detalles de cómo se pagaron esos sobornos por parte de los empresarios que controlaba el OCCOVI.
Uberti dio detalles de una estructura de corrupción de la que él participaba del otro lado del mostrador, con un radio de acción enfocado en los contratos de concesión de los corredores viales. Según su declaración, De Vido “era parte primordial” de ese sistema de cobro de coimas.
El ex funcionario K relató su primer encuentro en 2003 con el presidente Néstor Kirchner: “El ministro Julio de Vido me había encomendado que preparara los pliegos para la licitación de los corredores viales. Trabajé con 50 personas y cuando los tuve listos los hice llegar al despacho presidencial”.
Y agregó en su confesión: “Al rato salió De Vido puteando, y me dijo el presidente no va a firmar los contratos ni en pedo. Porque vos hiciste las cosas demasiado bien y no arreglaste la guita con la gente, no los va a firmar ni en pedo y te va a hacer cagar. Tenés que llamar a los empresarios y decirles que pongan, te van a llorar, pero vos deciles que pongan porque si no el presidente no va a firmar, si no renuncia. Viste como es El Malo”.
Entonces, siempre según el testimonio de Uberti, comenzaron los pagos. “Los primeros meses sacaban una cuenta por cada uno de los seis corredores, era una cifra aproximada de 150.000 dólares.Desde 2003 hasta agosto de 2007 fue así. Primero le llevaba 150.000 dólares al despacho del ministro De Vido, luego se lo llevé personalmente al despacho presidencial, y se los entregaba en un maletín a las manos de Néstor Kirchner”.
Clarín