Los abusos empezaron cuando la joven tenía 17 años. Investigan un total de 9 víctimas.
La Policía Bonaerense detuvo en las últimas horas en Moreno a un pai umbanda que mantuvo cautiva durante 10 años a una joven con quien tuvo 7 hijos producto de repetidas violaciones.
Los hechos empezaron hace una década, cuando la víctima, de 17 años, conoció a Carlos Alberto Chavinet, quien estaba casado y tenía 36. Bajo excusas que el pai esgrimía como “privativos de la religión”, la mantuvo cautiva en su casa de Almafuerte 6690, en el barrio Cuartel V de Moreno.
Durante ese tiempo abusó de ella y la embarazó siete veces.
Según informó la Policía, las averiguaciones que se venían llevando a cabo por parte la Dirección de Investigaciones Contra el Crimen Organizado en conjunto con la División Trata de Personas “permitieron cerrar las pesquisas con la denuncia de la víctima, quien logró escapar y exponer los datos necesarios para la aprehensión del acusado”.
El acusado fue finalmente detenido en las últimas horas, en inmediaciones de su casa.
El hecho quedó caratulado como “corrupción de menores agravada en concurso ideal, con abuso sexual, con acceso carnal agravado por ser el autor miembro de un culto en cinco oportunidades, todas ellas en concurso real entre sí”.Sin embargo, continúan las investigaciones por la existencia de otras posibles víctimas.
Interviene la UFI 14 y el Juzgado de Garantías 2, ambos del departamento judicial San Martín.
Tras la detención del pai, los vecinos se acercaron a los medios para dar sus versiones de los hechos. Una mujer, llamada Elsa, se presentó ante las cámaras y dio una mirada benévola del paso del pai por el vecindario. Esta declaración fue retrucada por otras personas que viven allí y dieron detalles escabrosos del accionar de Chavinet.
“Esta mujer miente, seguro que se la trajo él acá, incluso ese bebé debe ser de él. Hacía cosas espantosas. Mataba gallinas y se las daba a los chicos para que las tengan, decía que era un ritual. Ese pai era un trucho”, dijo una de las vecinas.
Fuente: Clarín