Carlos Wagner, el hombre que estuvo al frente de la Cámara Argentina de la Construcción durante varios años del kirchnerismo, acordó con el fiscal Carlos Stornelli declarar como “imputado colaborador” en la causa de Los cuadernos de las coimas. Así, se convirtió en otro de los arrepentidos del caso que investiga un circuito de cobro de coimas a empresarios del sector energético y la obra pública durante el kirchnerismo. Finalmente, el viernes por la noche fue excarcelado.
La estrategia de Wagner va en línea con la que siguieron la mayoría de los propietarios de las constructoras involucradas en la causa. En paralelo Luis Betnaza, director institucional del Grupo Techint, fue indagado en Comodoro Py y se esperaba que reconociera haber pagado coimas a exfuncionarios K.
Por el puesto clave que ocupó, Wagner es uno de los empresarios con mayor conocimiento de la relación de los empresarios que participaron de la obra pública durante las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner con el Ejecutivo.
En paralelo a la causa de las coimas, en mayo el juez federal Sebastián Casanello lo procesó en una causa de defraudación por la construcción de plantas potabilizadoras de AySA, obras encargadas a la compañía brasileña Odebrecht, involucrada en un megaescándalo de sobornos en la Argentina y otros países de Latinoamérica.
Hasta el momento cinco empresarios confesaron que entregaron dinero a exfuncionarios del kirchnerismo por coimas o aportes de campaña: Armando Lorson (Grupo Albanesi), Juan Carlos De Goycoechea (Isolux), Ángelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero (IECSA) y Héctor Alberto Zabaleta (Techint). Todos se acogieron a la figura del arrepentido.
TN