La Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), que integran las principales entidades financieras de capital nacional, presentó un informe con múltiples propuestas para promover la gradual sustitución del dinero en efectivo por dinero digital.
Entre otras propuestas, incluyó una reducción de las percepciones de Ingresos Brutos, IVA y Ganancias para pagos con tarjeta de crédito o débito, y una baja del arancel de Débitos y Créditos en cualquier operación de menos de $ 1 millón, informa La Capital.
Se trata de la Iniciativa denominada “Dinero Digital en Argentina (IDDA)”, que presentó el presidente de la Adeba, Javier Bolzico, con la que pretende incentivar el proceso de digitalización de los pagos de la mano de una interacción entre el sector privado y público -en sus tres niveles de gobierno- para así revertir situaciones que favorecen el dinero en efectivo.
Según estimaciones de la entidad bancaria, en marzo de 2022 se extrajeron $ 1,5 billones en efectivo de los bancos ($ 900 mil millones de cajeros automáticos y $ 600 mil millones en retiros por ventanilla en sucursales).
“Durante 2020, sólo los gastos en materiales para emisión monetaria, ascendieron a U$S 118 millones. A esto se debe adicionar los gastos de atesoramiento, transporte y destrucción del efectivo, mientras que la huella de carbono que por año causa el uso del efectivo en argentina es equivalente a tener 20.000.000 de lámparas encendidas un día o que un auto realice 1.000 vueltas a la tierra”, aseguró Adeba.
Por ello, las propuestas para reducir el uso de efectivo incluyen la implementación de cambios impositivos, límites a operaciones cash, mejoras en los sistemas de pagos, promoción del uso de dinero digital en transacciones y la reducción del costo de las administración del efectivo, entre otras cuestiones.
Una de ellas apunta a reducir de 0,6% a 0,3% el Impuesto a los Débitos y Créditos (“impuesto al cheque”) en las transferencias que no involucran dinero en efectivo y que no superen el millón de pesos, ya que, actualmente, se paga la misma alícuota si el débito es por trasferencia que si es un retiro en efectivo.
Se trata de una medida que, según Adeba, tendría “un impacto fiscal directo mínimo, ya que el universo afectado por la baja, en términos de volumen resulta bajo”, además de que “el efecto indirecto en a la recaudación sería positivo, por mayor formalización de la actividad económica”.
También propusieron reducir al 0,1% las percepciones y retenciones de Ingresos Brutos, IVA y Ganancias que se hacen sobre operaciones pagadas con tarjetas de débito y crédito.
Esto permitiría al responsable inscrito pagar 2,5% de retención de impuestos por sobre el volumen vendido en lugar del 8,49%, en el caso de las compras hechas con tarjeta de crédito, y de 1,3% en lugar de 4,41% para los pagos con tarjeta de débito.
“El impacto fiscal de esta medida sería neutro, ya que no implica una baja de las alícuotas o impuesto a determinar. Se mantiene la trazabilidad de las operaciones, porque la retención se reduce, pero persiste, con lo cual a los fiscos le sigue llegando la información”, sostiene la propuesta elaborada por Adeba, la entidad que representa a los bancos de capitales nacionales.
Para los consumidores, la propuesta de los bancos es extender la devolución de IVA para todos los pagos con tarjeta de débito, por hasta $ 1.000.000 por mes que actualmente está limitada para jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo pero que, hasta el gobierno de Mauricio Macri, aplicaba para todas las operaciones a través de un reintegro automático del 5%.
“Extender esta medida para toda la población argentina generaría un claro incentivo económico para utilizar el dinero electrónico y desalentar el uso del efectivo. El impacto fiscal de esta medida sería moderado, ya que se estimularía el uso de tarjeta de débito para realizar pagos, lo que probablemente aumente la formalización de la economía y con ello se compensaría parte de la devolución de dicho impuesto”, señaló el documento.
En cuanto a la órbita de las decisiones que puede adoptar el BCRA, propuso imitar la gratuidad de los depósitos en efectivo solo a operaciones de hasta $ 1 millón , que mantendría sin costos los depósitos del 99% personas humanas y del 80% personas jurídicas, y limitar la gratuidad de las extracciones de efectivo sólo a operaciones de hasta de $ 150.000, que mantendría el beneficio para aproximadamente el 90 % de las personas, pero soluciona el 35% del volumen, según estimaciones recientes.
Otras propuestas apuntan a crear una central de prevención de fraude digital; digitalizar los pagos de las personas con asistencia social; digitalizar los pagos de tasas municipales -en la actualidad hay comunas que sólo aceptan dinero en efectivo-; limitar a $ 5.000 los pagos en efectivo en estaciones de servicio y supermercados; permitir el pago de transporte público con medios electrónicos -contact-less, QR, etc.- además de la SUBE, entre otras cuestiones.