La industria lechera se encuentra atravesando una de las crisis más graves de su historia debido a la falta de reglas de juego claras que hacen que la rentabilidad sea cada vez menos y que una gran cantidad de productores están al borde de la quiebra, sumados a otros que han tenidos que bajar la persiana de sus establecimientos.
La cuenca lechera de Trenque Lauquen y la región es una de las más importantes del país y según el presidente de la Sociedad Rural, Ignacio Kovarsky, en diálogo con el sitio Oeste BA, que publica un suplemento regional todos los domingos en el Diario La Opinión, próximamente cerrarán tres tambos en nuestro terreno, lo cual no hace otra cosa que generar mayor preocupación.
Tanto el gremialismo agropecuario como los propios productores no ven con optimismo lo que pueda suceder en un futuro cercano, “estamos mal, con malas perspectivas”, dijo el dirigente de Trenque Lauquen.
Dolarización
“Lo que respecta a los tambos, como también los cerdos, pollos y muchas partes de los sistemas de engorde de carne bovina, está complicado porque se está atado a alimentación que al igual que la agricultura es en dólares”, sostuvo el dirigente.
Asimismo, resaltó que siembran con tecnología de agricultura de punta y “no se vende el grano, se convierte en leche y lamentablemente esos commoditties pasan de dólares a pesos con un mercado lácteo que no está armado”.
Por goteo
“Con la leche estamos mal, con malas perspectivas”, dijo Kovarsky. “No hay nadie que nos asegure que va a aparecer la famosa plata que está en la cadena y que los estudios confirman, en el inmediato plazo”, remató.
También dijo que “esa plata va a ir apareciendo por goteo y eso hace que los tambos se vayan cerrando. Tenemos tres tambos que estamos tratando de acompañar, pero que al parecer a fin de mes uno, al otro mes el otro y en marzo del año que viene cerrarían”, dijo totalmente indignado el presidente de la Sociedad Rural de Trenque Lauquen.
En tanto, indicó que “esto es lo que desde la Rural debemos ir testeando, cómo vienen los tamberos, sobre todos los chicos, ya que no quedan tambos de menos de 150 vacas. Me parece que debemos estar a la altura de las circunstancias y ayudar en lo que más se pueda, pero no podemos resolverles el problema porque es una decisión política de hacer que los empresarios lácteos dejen de malgastar el dinero de los productores siendo ineficientes”.
Y opinó que “las grandes industrias deberían comenzar a tener reglamentaciones políticas para ser más eficientes. Ahora está pasando que ocupamos varias mesas de gremiales, la de lechería provincial, la de competitividad nacional, coyuntura (nueva tras la reunión con el presidente), de Producción, por ende que la dirigencia ruralista está poniendo todo de sí pero hay que avanzar porque no se puede jugar con el tiempo de los dirigentes ni mucho menos con los productores, que si no les dan respuestas en lo inmediato se caen como moscas”, cerró.
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