En una actividad completamente solidaria, internos que trabajan en el taller de herrería de la Unidad 20 “Las Tunas” repararon cinco sillas de ruedas para Cáritas de Trenque Lauquen.
El encargado del Banco Ortopédico, perteneciente al organismo oficial de la Iglesia Católica, Miguel Garrido, se acercó hasta el penal de pasaje Las Tunas para solicitar la colaboración de los privados de libertad. Enseguida, la jefatura de Unidad, a cargo de Norberto Mario Clementi, arbitró los medios necesarios para llevar a cabo la tarea y cumplir con el trabajo encomendado.
En el taller de herrería de la dependencia carcelaria, con los materiales que Cáritas proveyó, los internos soldaron piezas, pintaron, cosieron tapizados y fabricaron estribos, bajo la supervisión del coordinador de Formación Técnica y Oficios, Ariel Castillo.
El Banco Ortopédico de Cáritas de Trenque Lauquen asiste, actualmente, a 60 personas de bajos recursos que solicitan sillas de ruedas, camas, elevadores de inodoro, andadores, entre otros equipamientos. Miguel Garrido, a cargo del área desde hace más de quince años, comentó “la gente se acerca y pide lo que necesita. Algunas veces hace una contribución a cambio, pero el servicio que se ofrece es totalmente gratuito. Por el uso continuo que tienen las sillas, debíamos repararlas. Realmente, el trabajo de los internos quedó impecable. Alguna vez había escuchado que en la cárcel se hacían este tipo de cosas, pero hoy cuando fui a buscarlas me sorprendí. Los vi muy comprometidos y me explicaron cada paso, qué fue lo que hicieron, cómo lo hicieron y qué utilizaron”.
En tanto, el director de la Unidad 20, Mario Clementi, se refirió a la acción, enmarcada dentro de los lineamientos del Programa INCLUIRTE y su proyecto de Mutua Ayuda Solidaria, y afirmó “los privados de libertad recibieron muy bien la propuesta. Algunos aprendieron a soldar estando detenidos y, realmente, quiero destacar el gesto solidario, ya que lleva implícito una verdadera intención de cambio”.
Antes de retirarse con las sillas de ruedas restauradas, las partes acordaron la reparación de tres vehículos más y Garrido prometió acercarles materiales para los talleres laborales que funcionan en la Unidad. “Cuando me iba, al pasar, le conté a uno de los internos que hoy me llamó un hombre mayor que necesitaba una silla para poder bañarse; ¿y saben qué me dijo?, que para el lunes la tengo lista. Fue la primera vez que visité una cárcel y encontré una excelente recepción”, sentenció el representante de Cáritas.