Los jugadores argentinos entrenaron bajo la mirada y el aliento de un grupo de hinchas y chicos rusos que soñaban conocer a Messi.
Más de medio millar de hinchas, entre niños rusos y viajeros argentinos, le dieron un baño de afecto a los jugadores de la Selección argentina, que bajo la bandera de Lionel Messi, disfrutaron de una jornada distinta a cinco días del debut ante Islandia, por el Grupo D del Mundial de Rusia.
Si bien existió una práctica intensa pero informal, fue la excusa perfecta para cumplir la obligación de la FIFA y abrir las tribunas para que, entrada mediante, los niños de la pequeña Bronnitsy vean de cerca a los mejores futbolistas del mundo.
Con camisetas del Barcelona, en su mayoría, y también albicelestes, Messi fue el obvio imán que acaparó los autógrafos y las fotos durante la hora y media que salió a una de las canchas del búnker de la Argentina.
Allí se trasladó también una gran cantidad de medios de todo el mundo, que casi igualaron en cantidad a los hinchas argentinos -en menor medida- y a los pequeños que forman parte de una comunidad que no supera los 20.000 habitantes y que está revolucionada desde que se confirmó el viaje de la Selección para alimentar sus sueños de título.
En el campo, planeado por el subcapitán Javier Mascherano a pedido del entrenador Jorge Sampaoli, se programó una práctica con ejercicios técnicos en la primera parte y un fútbol en espacios reducidos para terminar.
Allí, con Messi como comodín, hubo goles, lujos y atajadas que levantaron al público, generaron aplausos y los clásicos gritos “de cancha”.
También, el puñado de argentinos que pudo ser testigo de esta actividad obligatoria por parte de la FIFA se animó a cantar las típicas canciones de aliento para la Selección albiceleste.
Al final, la “Pulga” rosarina se acercó hasta las gradas del campo de juego de Bronnitsy, se sacó fotos, firmó innumerable cantidad de autógrafos en camisetas y pelotas, acompañado por otros jugadores solicitados como Paulo Dybala, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Mascherano, principalmente.
Así, la Selección argentina, como ocurrió en cancha de Huracán antes de viajar a Moscú, recibió un baño de afecto a cinco días del debut ante Islandia.
Fuente: 442