La segunda Unidad Furtihortícola del distrito “El Trébol”; fue inaugurada en la ciudad de 30 de Agosto, en un espacio ubicado en el predio de la Planta de Procesamiento de Residuos Sólidos Urbanos (PROLIM), con un acto encabezado por el intendente municipal, Miguel Fernández, y del que también participaron el anfitrión y director del Ente Descentralizado, Miguel Mulán; el director de Horticultura, Floricultura y Fruticultura de la Provincia de Buenos Aires, Esteban Serra; el coordinador Territorial Hortícola del ministerio de Agroindustria bonaerense, Walter Tejada; integrantes del Honorable Concejo Deliberante, funcionarios municipales, autoridades educativas, representantes de entidades intermedias y de proyectos productivos de Beruti y de otros distritos, productores y vecinos.
La puesta en funcionamiento de El Trébol sucede a la Unidad Productiva El Gancho, que comenzó en la localidad de Beruti hace ya dos años. Después de comenzar saludando a los empleados municipales en su día y de felicitar al intendente municipal, Miguel Fernández, a la responsable del PROLIM, Ing. Valeria Sirotiuk, y a los operarios que hicieron posible la concreción de la unidad productiva “El Trébol”, el director de Horticultura, Floricultura y Fruticultura bonaerense, Esteban Serra, señaló que “en todo el interior de la Provincia se está generando cada vez más interés por la horticultura, ya sea por parte de emprendedores como de los municipios que están traccionando esto; es una producción saludable en la que tenemos que confiar porque nos permite comer más sano, seguro y cerca, es ver lo que comemos”.
Tejada, en tanto, nombró al intendente Fernández, al director del Ente Mulán y a la responsable de medioambiente Sirotiuk, para resaltar la conformación “de un equipo formidable de seis o siete hacedores terribles, una máquina” y del trabajo conjunto con el Ministerio de Agroindustria y el INTA, a través de Prohuerta.
“Es un proyecto desafiante poder volver a recuperar esos saberes que nos dejaron en testimonio nuestros abuelos, nuestros padres, que han estado siempre y que por alguna circunstancia se han perdido; sin embargo, volvemos a recuperar el camino para poder dejar el ejemplo a nuestros jóvenes y acompañar a nuestros productores y emprendedores y tener alimentos sanos al alcance de todos”, agregó Tejada, para asegurar que espera que “El Trébol” “sea un ejemplo, una vidriera para todo aquel emprendedor que quiera incursionar” en la producción de alimentos siguiendo esa alternativa.
El intendente Fernández, encargado de cerrar el acto oficial con sus palabras y después de cruzar alguna broma con el director del Ente Descentralizado, agradeció a los funcionarios provinciales por la ayuda para poner en marcha este segundo emprendimiento productivo hortícola y frutícola; al INTA por el firme acompañamiento y también “al equipo, porque no alcanza con una idea si detrás no hay quienes la lleven adelante” y que lo hagan, además, “poniendo el corazón”.
Además “esto de poner el corazón tiene que ver con algo fundamental, no solo el ambiente y la producción sana, los mejores hábitos alimentarios que debemos tratar de transmitirle a la sociedad y sobre todo a los más chicos, porque el cambio claramente va a estar ahí, tiene que ver con relacionarnos con la tierra, el origen, y bueno, a veces para ir al futuro hay que regresar al pasado”, reflexionó el jefe comunal.
Y añadió “Esto es un ejemplo, las cosas no son fáciles, hay cuestiones culturales, hay cuestiones económicas que a todos a veces nos cuesta vencer”, para considerar que los tiempos que corren representan “un buen momento para pensar o repensar la producción con los hábitos alimentarios, con hacer una vida más sana”.
Fernández también destacó la labor que en el Municipio “viene llevando adelante Santiago Romero desde la oficina de Economía Social para darle jerarquía a todo esto”, el empuje de la primera Unidad en Beruti y el trabajo articulado con la dirección de Salud Comunitaria, a cargo de la Dra. Victoria Domínguez.
El Intendente, finalmente, se esperanzó con que el emprendimiento no sea algo experimental sino que “crezca a un nivel productivo y la gente pueda vivir de esta producción, y que esa producción sea local”; y tras las palabras, los asistentes recorrieron la unidad y se interiorizaron de los detalles para llevarlo a cabo.