Tener una casa que en verdad vale 500 mil dólares pero el Fisco la valúa en 500 mil pesos. Provincias que insólitamente recaudan tres veces más por impuestos a los automotores que a los inmuebles. Millonarios campos sojeros que atraviesan los límites de Santa Fe y de Córdoba, pero que por el lado santafesino pagan menos de impuesto inmobiliario que del cordobés.

El Gobierno avanza para constituir el próximo miércoles 21 un súper organismo federal que tendrá como objetivo “lograr que las valuaciones fiscales de los inmuebles tiendan a reflejar la realidad del mercado inmobiliario y la dinámica territorial”, según el decreto que firmó Mauricio Macri por el que se creó el organismo.

En crudo: se busca acercar más las valuaciones fiscales de los inmuebles a su valor de mercado.

El revalúo -llevaría dos años concluirlo- tendrá un costado concreto: impactará en lo que se tributa de tasas municipales, en el impuesto inmobiliario que cobran las provincias y en Bienes Personales.

Propiedades que hoy no están gravadas, pasarían a estarlo. Aunque es posible que ante la suba del valor fiscal, las diferentes jurisdicciones ajusten hacia bajo la alícuota que cobran para que el impacto no sea tan grande.

El organismo funcionará en el ámbito del Ministerio del Interior. Su creación estaba contemplada en el Pacto Fiscal del año pasado.

En el Gobierno rechazan que detrás del revalúo haya un nuevo golpe contra la clase media. Aseguran que el objetivo no es recaudatorio sino uniformar los procedimientos que se aplican a lo largo y ancho del país para valuar los inmuebles y generar mayor equidad entre todos los contribuyentes.

“Que todos tengamos valuaciones homogéneas y con valores parecidos por región. Hoy una casa en Jujuy parecida a una de Salta tiene una valuación muy dispar”, dijo Alejandro Caldarelli, secretario de Provincias y Municipios del Ministerio del Interior. Caldarelli especificó que las provincias pasarán a tener la “información linkeada con el registro de propiedad inmueble y con rentas”.

El trabajo será arduo. Según el censo de 2010, en aquel momento en la Argentina había 13.835.751 viviendas. Datos más actuales que manejan en Interior detallan que hay en el país 330.000 lotes rurales y 16 millones de parcelas urbanas catastradas (el 90% de éstas tienen construcciones).

El nuevo organismo estará integrado por representantes de la Nación y de las provincias. Lo primero que deberán hacer es fijar un plan de trabajo. Luego, deberán consensuar una metodología y homogeneizar la forma en que los catastros de las diferentes jurisdicciones tomarán el valor de las propiedades.

“Es la primera vez que en Argentina se hará un catastro homogéneo y equitativo”, subrayó Teresa Iturre, coordinadora de Proyectos y Tecnología de la Secretaría de Provincias.

Otra cuestión crucial será acordar hasta que punto acercarán el valor actual al real, es decir el de mercado. “Llevarlo a un 25 ó un 30% es un norte razonable”, explicaron en Gobierno. Descartan siquiera acercarse al 50%.

Detrás del revalúo inmobiliario también está el pataleo de algunas provincias. Entre Ríos y Buenos Aires, por ejemplo, tienen las valuaciones fiscales de sus inmuebles más elevadas que otros distritos. Al subir los valores, sus gobernadores padecieron el descontento de sus contribuyentes, algo que no sufrieron otros mandatarios.

El problema adicional es que los inmuebles pueden tributar Bienes Personales, un impuesto nacional que se coparticipa entre todas las provincias. Así, un gobernador subió el inmobiliario más que otros gobernadores que no quisieron pagar el costo político por hacerlo. Y encima ahora aporta proporcionalmente más recursos para la torta que se debe coparticipar que esos otros mandatarios.

El BID dispuso un crédito de 60 millones de dólares para informatizar los catastros de todo el país -algunos distritos no tienen nada digitalizado, se manejan sólo con carpetas-, el uso de software sofisticado, capacitar al personal, contrataciones de vuelos para sobrevolar las zonas a revaluar, fotos satelitales, entre otros gastos.

Lo absurdo del sistema actual de valuación fiscal queda patente si se revisan las planillas de recaudación de impuestos patrimoniales. En el primer semestre de 2018, La Rioja recaudó por impuesto a los automotores $ 108 millones y $ 24 millones por impuesto inmobiliario. No es que en esa provincia andan todos en autos de lujo. Es simplemente que el valor fiscal de los inmuebles está por el piso.

La idea es además ponerle valor a todas las tierras fiscales. ¿Cuánto valdrán realmente, por ejemplo, los terrenos fiscales linderos a Vaca Muerta?

Clarín