Mauricio Macri presentará el lunes la decisión que tomó el PAMI de eliminar la intermediación que mantenían desde hacía más de dos décadas la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) para la compra de los medicamentos para los pacientes ambulatorios.
Se trata de unos 3400 millones de pesos mensuales que mueven los intermediarios. La medida no significaría un ahorro, al menos en el corto plazo.
El Gobierno decidió avanzar contra los laboratorios y resolvió que el pago, en lugar de ir a las cámaras, como sucedía hasta ahora, irá directamente a las federaciones y confederaciones que representan a las farmacias.
Desde la Casa Rosada describieron la determinación como un “cambio histórico”. La reacción de los laboratorios nacionales de rescindir el convenio para la entrega de medicamentos de forma unilateral fue determinante.
Sergio Cassinotti –titular del PAMI– entendió que no había vuelta atrás y lo confirmó con el Presidente. Así, la obra social más grande de América Latina, invitó a los laboratorios a firmar un acuerdo con el organismo, principal comprador de remedios del país con un 40% del mercado.
La mayoría de las empresas ya se suscribieron al nuevo pacto. Macri también presentará FarmaPami, que reemplazará a Farmalink, la empresa privada que se encargaba de validar, procesar y auditar los seis millones de recetas de farmacias donde se atiende el PAMI.
La particularidad es que Farmalink era controlada por las cámaras de sector. Es decir, daban el servicio y lo controlaban. “Esto va en línea con desarmar estructuras que estaban armadas para que no haya competencia. Y también terminar con algunos comportamientos mafiosos”, dijeron fuentes de la Casa de Gobierno.
Desde el PAMI, por las dudas, aclararon que el cambio no tendrá efectos sobre la cobertura de los afiliados. “La cobertura está garantizada y todos seguirán recibiendo los medicamentos gratuitos”, aseguró una altísima fuente del organismo.
La Brújula/La Nación