Los primeros dólares del acuerdo con Argentina que el viernes aprobó el directorio del Fondo Monetario Internacional ya ingresaron según confirmaron fuentes del Banco Central. Los US$ 5.631 millones (equivalentes a 4.100 millones de DEG, la moneda del FMI) se incorporarán a las reservas, que así llegaron a US$ 54.042 millones. Es el nivel más alto desde el 30 de agosto.

El 22 de junio, cuando ingresaron al Central los primeros US$ 15.000 millones que desembolsó el organismo internacional, las reservas habían llegado a tocar un máximo de US$ 63.274 millones. Es decir que, desde ese momento, hasta el lunes, cayeron US$ 15.407 millones, casi lo mismo que prestó el FMI.

Después de este primer desembolso, ​en diciembre llegarán otros US$ 7.700 millones y en marzo, US$ 11.000 millones más.En total, serán unos US$ 24.000 millones que se sumarán a las reservas en lo que los analistas esperan que sea el peor período recesivo. En el FMI calculan que el PBI se contraerá un 2,6% este año y 1,6% en 2019. La economía saldrá a flote a mitad del año próximo.

El dinero no llega directamente al país, sino que lo hace a través de un sistema que es habitual en estos casos y que incluye movimientos bancarios en la ciudad suiza de Basilea. Para movilizar el préstamo, el organismo utiliza generalmente el Bank for International Settlements (conocido como BIS), que es una institución internacional que funciona como si fuera un banco de los bancos centrales de todos los países miembros del FMI. De allí arriba a la Argentina.

En líneas generales, la administración de Mauricio Macri se comprometió a alcanzar el déficit cero el año próximo, un superávit de 1% en 2020 y abandonar definitivamente el sistema de metas de inflación, que había defendido desde el Banco Central Federico Sturzenegger y había desactivado, aunque sin admitirlo, Luis Caputo. Con Guido Sandleris al frente del BCRA, desde el 1 de octubre se utiliza el método de los “agregados monetarios”, con una banda de flotación para el dólar de entre 34 y 44 pesos, que se va actualizando.

Clarín