En el Centro de Educación Complementaria N° 801, de Moreno, son comunes las amenazas y los robos. Por eso, la investigación que intenta determinar quiénes atacaron a Corina De Bonis, maneja la hipótesis de que el secuestro y la tortura a la docente podría estar vinculado a grupos narcos.
Los investigadores creen que al menos dos facciones pudieron tener directa vinculación con el hecho. Entienden que el reclamo de los docentes, a través de las ollas populares, podría atraer miradas hacia el barrio y poner en el centro de la atención su actividad ilícita. En rigor, la maestra recibió cortes en la cara y en el abdomen con la inscripción “Ollas no”.
En las fuerzas de seguridad hay versiones cruzadas acerca de esta hipótesis. Mientras en el entorno de Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, niegan que la investigación se centre en grupos narcos, una fuente de la Policía Bonaerense confió que no se descarta esta posibilidad.
Mientras tanto, los investigadores buscan un auto Fiat 147 rojo con el que habrían secuestrado a De Bonis. El procurador General de Buenos Aires, Julio Conte Grand, afirmó que la pesquisa está enfocada en determinar “cuál fue el móvil que impulsó el ataque para poder desde ahí llegar a los autores”.
El miércoles a la tarde, dos hombres secuestraron a la maestra Corina De Bonis en la puerta del Centro de Educación Complementaria de Moreno. Los atacantes le cubrieron la cabeza con una bolsa de plástico, le tajearon la panza con un punzón y le escribieron ‘ollas no‘. Después la tiraron en la calle, cerca de las calles Güemes y Tablada, y huyeron del lugar.
La docente contó que no era la primera vez que la amenazaban. Según dijo, las intimidaciones empezaron el 28 de agosto después de que “le rayaron los autos a las maestras que participaban de las ollas”. “Primero fueron los vehículos, después fuimos nosotras. La olla no la dejamos y seguimos dando de comer con el apoyo de los compañeros con donaciones”, explicó.
TN