Unos 5000 celulares por día son robados en el todo el país. Casi la mitad de los casos ocurren en la Ciudad de Buenos Aires. En plena calle, de un manotazo. Desde una moto, en pleno movimiento.
Incluso los “canguros” que, atentos a la distracción de los pasajeros, pegan el salto y a través de las ventanillas de los colectivos también se llevan lo que nos de ellos. Muchas veces, un celular.
La denuncia es clave, fundamental. Es el primer paso para que ese equipo no sea utilizado y sea dado de baja por el sistema que comienza a funcionar a partir de este martes, ya que todos los equipos que sean denunciados como perdidos, robados o falsificados serán bloqueados y no podrán funcionar con ninguna red móvil del país.
Tras la denuncia, el IMEI (la identificación, el DNI del aparato) entra en una base de datos que desactivará ese aparato en cuanto se le quiera insertar una nueva tarjeta SIM. Se cree que unos 4000 equipos serán bloqueados por día.
Desde finales del mes de mayo el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad viene realizando una serie de inspecciones en locales de venta y reparación de celulares para frenar la comercialización de teléfonos robados.
Estos operativos son encabezados por la Dirección de Cibercrimen de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad y cuentan con la colaboración de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), la AGIP y la Dirección Nacional de Migraciones.
De esta forma ya se logró detener a 90 personas por incumplimiento a la Ley N° 25.891 de Comunicaciones y Encubrimiento, mientras que se secuestraron cerca de 460 celulares cuyos IMEI fueron adulterados.
Los operativos fueron realizados en galerías de Liniers, Once, Constitución, Pompeya, Microcentro y Retiro donde se inspeccionaron 164 locales y se clausuraron alrededor de 100 comercios.
En las inspecciones, el personal del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) chequea el número de IMEI del aparato con la base de datos mundial y así detecta los que figuran como robados.
El ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, señaló que “se busca desmantelar las mafias que están detrás del robo de celulares y que generalmente conviven con los motochorros. Queremos mandar un mensaje muy claro: no permitiremos la comercialización de teléfonos celulares robados en la Ciudad, y vamos a seguir desbaratando estas cuevas de comercio ilegal todas las veces que sea necesario”.
En tanto, el ministro recordó que es fundamental registrar los celulares llamando al *234#. “Si sufren un robo del teléfono inmediatamente hay que bloquearlo llamando al *910. Esto impide el uso, comercialización, importación y exportación de los mismos obtenidos a partir de maniobras delictivas o fraudulentas”, explicó.
Carlos Rojas, Jefe de la Dirección de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad, le confirmó a Clarín que los operativos están dando muy buenos resultados y que la medida que entre en vigencia este martes acelerará el proceso. “Es un trabajo en conjunto que está dando buenos resultados. Alguna vez pasó con los desarmaderos de autos y funcionó. Se hizo lo propio con el robo de estéreos y funcionó. Ahora nos llama esta problemática y la estamos atacando. La Policía de la Ciudad dispone de varias brigadas especializadas en este delito”, detalló.
Un eslabón fundamental en esta cadena de control es la Asociación GSM (una estructura mundial de operadores móviles y compañías de telefonía celular). 122 operadores de 44 países aportan información sobre celulares robados o extraviados, para que la organización cuente con la base de datos más grande del mundo. La ENACOM recibe los datos de parte de la GSM para evitar que un aparato denunciado allí intente ser reactivado.
Clarín