El jueves, desde Jujuy, anunció la movilización de integrantes de las Fuerzas Armadas a la frontera norte, entre La Quiaca y Puerto Iguazú, con el objetivo de asistir a la Gendarmería Nacional en el combate contra el contrabando y el narcotráfico.
Se trató del primer envío de tropas -son 500 militares y esa cifra aumentará a 3000 antes de fin de año para patrullar una superficie de 51.600 kilómetros cuadrados, desde La Quiaca hasta Puerto Iguazú- tras la decisión de Macri de firmar el decreto 683, en julio, que modificó otro que había firmado el entonces presidente Néstor Kirchner , que limitaba la participación de las fuerzas militares a agresiones externas de origen estatal. A partir del cambio que introdujo el jefe del Estado, las Fuerzas Armadas quedaron autorizadas a prestar apoyo logístico y en comunicaciones.
“Son las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad de la democracia. Están para cuidarnos. Tenemos que estar muy contentos con el nivel de compromiso que ellos tienen para con su tarea”, justificó el Presidente desde la localidad de Huacalera, donde presentó el primer operativo en el marco del Plan de Fronteras Protegidas, que viene a reemplazar al Escudo Norte.
El operativo, que puso en funcionamiento por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa, y el comandante operacional, Carlos Pérez Aquino, es parte de un plan de reforma de las Fuerzas Armadas que desplegó el Gobierno con el ministro Oscar Aguad.
Entre sus objetivos, además, se destaca la movilización de 600 efectivos militares a 50 objetivos estratégicos -incluye represas, centrales hidroeléctricas y yacimientos de petróleo y gas- y la creación de una división de 10.000 uniformados para una fuerza de despliegue rápido. Según relató el Presidente, los militares asistirán en las fronteras con radares para el control del espacio aéreo en unos 3000 kilómetros de frontera.
Durante su exposición, Macri sostuvo que el Gobierno está llevando a cabo “transformaciones profundas que no son tareas fáciles” y describió que ese trabajo “está dando a luz a una nueva Argentina”.
El Jefe del Estado, que estuvo acompañado por Aguad; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, entre otros, criticó la gestión kirchnerista en materia de seguridad y resaltó que esos “años de corrupción, desidia, inacción y falta de estrategia de largo plazo” permitieron el avance de delitos que “complicaron la vida de todos los argentinos”, como la trata de personas y el narcotráfico.
“Estamos llenos de proyectos y para eso necesitamos vivir en paz, sentirnos seguros. Necesitamos estar convencidos que nuestros hijos están seguros”, dijo Macri, que destacó que durante su Presidencia se llevaron a cabo 28.000 operativos antidrogas, se detuvieron 30.000 delincuentes y se incautaron 400.000 kilogramos de droga.
Macri, que desde que asumió envió mensajes de respaldo y acercamiento con las fuerzas de seguridad, lo que representó un cambio de paradigma después de 12 años de kirchnersmo, también les mandó un mensaje a los integrantes de las Fuerzas Armadas. “Confiamos en ustedes, contamos con ustedes, sabemos que se han entrenado para esta tarea que les estamos encomendando y queremos seguir apoyándolos y dándoles equipamiento”, dijo el mandatario.
Como parte de la reorganización interna de las Fuerzas Armadas, el Gobierno ya anticipó que venderá inmuebles el año próximo por US$300 millones, de los cuales US$200 millones se invertirían en equipamiento militar, y que recortará del presupuesto 2019 unos $3000 millones de los gastos operativos de la defensa, que rondan los $14.000 millones.
La Nación