En el día de su muerte, el actor desayunaba junto a su madre y a su hija cuando le recordaron que tenía un compromiso laboral.
La mañana del 30 de noviembre de 2013, Paul Walker desayunó con su madre Cheryl y su hija Meadow. En un momento, Walker recibió un mensaje de texto que lo cambió todo. “Dios mío. Debo estar en otro lugar”, les dijo el actor antes de partir.
Esa fue la última vez que Cheryl y Meadow lo vieron con vida. Ese día fue cuando Walker recordó que debía asistir a un show de automóviles para la ONG Reach Out Worldwide.
Horas después, al finalizar el evento, el actor de 40 años murió en Los Ángeles junto a Roger Rodas a bordo de un Porsche Carrera GT que tras un choque explotó.
En diálogo con la revista People, la madre del actor recordó cómo fue la última conversación que tuvo con su hijo. “Estábamos teniendo una buena conversación, y él se había olvidado de un evento que tenía. Recibió un mensaje de texto y nos dijo: ‘Tengo que estar en un lugar’ y salió”, contó Cheryl, quien añadió que ese día su hijo estaba planeando comprar un árbol de Navidad para decorar con Meadow.
“I Am Paul Walker”, se llama el documental que busca mostrar el otro lado del actor detrás del éxito de sus películas y cuyo estreno está previsto para el próximo 11 de agosto en EEUU.
La dirección del filme está a cargo del realizador estadounidense Adrian Buitenhuisquien ya estuvo detrás de cámaras del documental “Yo soy Heath Ledger” (2017).
En la producción, Cheryl afirma que hay una mirada injusta sobre la vida de su hijo: “Creo que mucha gente piensa que él era sólo una estrella de cine que murió en un accidente automovilístico. Eso era solo una parte de lo que era. Era un hombre increíble”.
Fuente: Infobae/Foto: Elonce