En un contexto de disminución de las ventas, la nafta y el gasoil experimentarán un aumento del 3% en promedio a partir de mañana. Este ajuste, realizado por las principales refinadoras —YPF, Shell, Axion y Puma—, refleja el impacto de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial (2%) y una actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) del 1%.

El Gobierno ha decidido aplicar solo un pequeño incremento en el impuesto para evitar una presión adicional sobre el costo de vida. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha señalado que la prioridad es frenar la inflación, aunque eso signifique sacrificar parte de la recaudación, en un contexto fiscal que permite ajustar el equilibrio.

“Reducir la inflación es lo más crucial en este momento. Mantendremos los aumentos en los surtidores entre 10 y 20 pesos debido a la actualización de impuestos, y compensaremos parcialmente la devaluación del dólar oficial. De esta manera, el incremento total no superará el 2% al 3%”, explicaron fuentes del Ministerio de Economía a los medios.

Se prevé que las demás compañías sigan una tendencia similar. Desde la asunción de Javier Milei, los precios de los combustibles han aumentado más del 126% en promedio, superando ampliamente la inflación acumulada.

La recesión ha provocado una notable disminución en las ventas de nafta premium, con usuarios cambiándose a la nafta súper. Entre mayo y junio, el consumo de nafta cayó un 10,1% en comparación con el año anterior.