El Gobierno nacional revisará los protocolos escolares para avanzar en la reducción del distanciamiento de los alumnos dentro de las aulas de las escuelas de todo el país. La propuesta, que podría llevar la distancia de 1,5 metros a 90 centímetros, será elevada al Consejo Federal de Educación para su aprobación, algo que podría ser esta misma semana.
Con ese objetivo, ayer el ministro de Educación, Nicolás Trotta, se reunió con un consejo asesor compuesto por epidemiólogos, pediatras y especialistas y comenzó a delinear una propuesta que incluye reducir el distanciamiento de 1,5 metros que hoy rige en todas las aulas salvo en la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza. En estas dos jurisdicciones los gobiernos cambiaron sus propios protocolos locales, eliminaron el distanciamiento en las aulas y ya permiten que estén todos los alumnos juntos en las escuelas, de lunes a viernes, comunica Agencia DIB.
Hasta ahora en el resto del país rige el protocolo aprobado en julio del año pasado, que establece que los alumnos tienen que tener una distancia mínima de 1,5 metro entre ellos, lo que obliga a dividir los cursos en burbujas y no permite que estén todos los chicos juntos dentro de las aulas.
Durante el encuentro virtual surgió una distinción entre el “distanciamiento óptimo” y el “distanciamiento admisible”, aunque también se analizó el uso de barbijos, la ventilación permanente y el lavado de manos e higiene, medidas que seguirán vigentes. Según explicó Trotta la idea es establecer una distancia óptima para que los chicos estén dentro del aula (la de 1,5 metros), más otra distancia admisible, que se permitirá en todas aquellas escuelas que no puedan garantizar la distancia óptima.
Si bien no está confirmada la distancia admisible, sería en torno a los 90 centímetros, similar a lo que establecen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el organismo sanitario de los Estados Unidos.
“Cada decisión que tomamos se vincula a la mirada de los especialistas junto con las 24 jurisdicciones educativas. Vamos a continuar avanzando en intensificar la presencialidad sin renunciar al cuidado de la salud”, dijo el ministro tras la reunión.
“La realidad epidemiológica está mostrando una fuerte mejora en los últimos meses, eso se debe al proceso de vacunación que está transitando la sociedad, y a partir de allí hemos escuchado a los especialistas y analizamos la evidencia para poder adoptar una decisión que nos posibilite que en aquellos lugares donde siga mejorando la realidad epidemiológica podamos ir intensificando esa presencialidad”, agregó.
De todos modos, las autoridades aseguraron que se podría dar marcha atrás, si las condiciones epidemiológicas empeoran. Por ejemplo, si se producen más contagios a partir de la anunciada circulación de la variante Delta del virus.