La brecha de precios para el promedio de los 24 principales productos agropecuarios que participan de la mesa familiar aumentó 12,4% en julio, impulsada por el salto en la brecha de los productos frutihortícolas, y el consumidor pagó 5,87 veces más de lo que cobró el productor por esos alimentos. La participación del productor en los precios de venta bajó 7,3%, ubicándose en 24,9%.
La brecha de precios entre lo que pagó el consumidor y lo que recibió el productor en el campo por sus productos agropecuarios subió otro 12,4% en julio. Es el cuarto mes consecutivo que aumenta, acumulando una suba de 32,8% en 5 meses.
Para los 24 agroalimentos relevados, los consumidores pagaron en promedio 5,87 veces más de lo que cobró el productor. En junio esa diferencia fue de 5,22 veces.
La suba mensual en el IPOD –considerando la estacionalidad de los productos- fue impulsada por una baja de 1,4% en los precios al productor, mientras que los precios al consumidor crecieron 8% en los comercios pymes de cercanía y 10,9% en los hipermercados. Estos porcentajes representan, en promedio, las variaciones de precios mensuales de los 24 productos de la canasta en los diferentes estadios (precio en origen, precio en góndola en comercios de cercanía y en hipermercados).
Considerando los 19 productos frutihortícolas relevados (sin incluir ganaderos), en 13 de ellos se podían encontrar mejores precios en los comercios minoristas pymes que en los hipermercados, y en 6 al revés. El brócoli nuevamente mantuvo una diferencia importante, ya que en verdulerías y almacenes el precio del kilogramo fue 41,9% menor que en los hipermercados. En el otro extremo, estuvo la naranja, donde los precios en los comercios pymes resultaron 29,8% mayores que en dichas cadenas.
Los productos con mayor aumento mensual en sus brechas fueron: tomate redondo, con un alza de 212%, zapallito (+95,2%), berenjena (+60,6%) y zanahoria (+34,7%). Los de mayores descensos fueron lechuga (-22,5%) y papa (-12,8%).
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de CAME en base a los precios de origen de las principales zonas de producción y a más de 700 precios de cada producto en destino, relevados no sólo en verdulerías y mercados por un equipo de 30 encuestadores, sino también mediante un monitoreo de los precios online de los principales hipermercados del país, durante la segunda quincena del mes.
Resultados de julio
IPOD frutihortícola: subió 14,1% en el mes y la brecha promedió en 6,56 veces.
IPOD ganadero: creció 1,1%, con una brecha promedio de 3,24 veces. El IPOD ganadero resultó 50,7% más bajo que el IPOD frutihortícola, ampliando nuevamente su brecha frente al mes anterior. Pero dentro de estos productos hay fuertes diferencias: mientras la carne de pollo tuvo una brecha de sólo 1,86 veces, para la carne de cerdo fue de 4,93 veces y en la vacuna de 4,17 veces.
Participación del productor en el precio final: se redujo de 28,1% en mayo y 26,9% en junio a 24,9% en julio.
Mayores y menores brechas
En julio, las mayores brechas entre precios de origen y destino se dieron en: zapallito con una diferencia de 15,0 veces, zanahoria (13,4 veces), naranja (11,3 veces) y limón (10,4 veces).
Los productos con menores brechas, en tanto, fueron: pollo (1,86 veces), frutilla (1,86 veces), huevos (1,95 veces) y ajo (2,28).
En julio, la brecha del zapallito (15 veces) resultó 8 veces mayor a la brecha de la frutilla y el pollo (1,86).
Donde más subió y más bajó la brecha
En julio hubo 12 productos con aumentos en sus brechas, 11 con caídas y 1 sin cambios, que, en conjunto, determinaron la suba promedio de 12,4% en el IPOD del mes.
IPOD tomate redondo: subió 212% por la disminución de 54,9% en los precios de origen y el aumento de 40,7% en los precios de destino. La variación del precio en origen, según comentaron los productores, responde a malas cosechas debido a las recientes heladas en varias regiones productoras, y al ingreso de un mayor volumen de tomate procedente del norte argentino, lo que conllevó mayores costos, especialmente logísticos. Eso, sumado a la suba que había tenido el mes anterior, generó una caída abrupta en los precios. Interanualmente, los precios de origen bajaron 5,73%.
IPOD zapallito: aumentó 95,2%, que se explica por un crecimiento de 76,8% en los precios de destino y una disminución de 9,4% en origen. Interanualmente, los precios de origen subieron 20,96%.
IPOD calabaza: descendió 15,5% en el mes, por el aumento de 16% en los precios de origen y la disminución de 1,9% en los precios de destino. Sobre la variación del precio en origen, los productores comentaron que se debe a una mayor demanda frente a junio, pero señalan que, de todas formas, el precio en origen sigue siendo bajo. Interanualmente, los precios de origen ascendieron 36,51%.
IPOD lechuga: decreció 22,5% por el aumento de 35,6% en los precios de origen. Si bien los precios al consumidor también aumentaron, lo hicieron en menor magnitud (5,1%). La variación del precio en origen, según refieren los productores, responde a que en junio la ola polar que azotó a Santa Fe y Buenos Aires provocó daños en la producción y una considerable disminución en los precios. En julio se recuperaron. Interanualmente, los precios de origen subieron 104,7%.
Participación del productor
La participación promedio del productor en el precio final de los 24 productos relevados bajó de 26,9% en junio a 24,9% en julio.
La mejor situación la tuvo en el pollo, donde el productor recibió en promedio el 53,9% de su precio de venta minorista, mientras que la peor se dio en el zapallito, donde el productor apenas se llevó el 6,7% del precio que pagó el consumidor.
El IPOD es un indicador elaborado por el sector de Economías Regionales de CAME para medir las distorsiones que suelen multiplicar por varias veces los precios de los productos agropecuarios, desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor. Estas distorsiones son muy dispares según producto, región, forma de comercialización y época del año.
En general, las diferencias se deben a un conjunto de comportamientos. Por un lado, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado –básicamente, los hipermercados, los galpones de empaque y cámaras de frío–. Por el otro, factores tales como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, las adversidades agroclimáticas, y los costos de almacenamiento/acopio y transporte, entre otros.