La Federación Argentina de Guardavidas le presentó a las autoridades el protocolo de seguridad e higiene que contempla las medidas de prevención personales y las que se tomarán al hacer un rescate en el mar. Lo que más llama la atención es que los guardavidas deberán colocarle un barbijo a la víctima en el rescate, aunque aclaran que “siempre que el contexto lo permita”.

A la espera de su aprobación, del documento se desprende la necesidad de “uso correcto de barbijo N95”, el respeto “absoluto de la correspondiente distancia social” y la prohibición del ingreso de personas ajenas “a los puestos” de los guardavidas.

Por otro lado y según informa el diario El Día, toda víctima será considerada “infecto-contagiosa”, por lo tanto el guardavidas deberá llevar encima los equipos de protección individual necesarios para realizar cualquier atención sanitaria que requiera realizarse a menos de 2 metros de distancia.

En caso de necesidad de acercamiento, el protocolo considera obligatorio el uso de mascarilla N95 y material de protección ocular. “El guardavidas debe colocar previamente un tapabocas o barbijo quirúrgico a la víctima, siempre que el contexto lo permita”, especifica el protocolo.

Si se debe romper la distancia de seguridad de 2 metros de forma obligatoria, “en primera instancia solo la romperá uno de los guardavidas” y ante el contacto directo con cualquier víctima deberá “hacer uso de guantes de protección independientemente de que existan fluidos corporales por medio o no”.

En caso de que la víctima que debió ser rescatada deba ser atendida con el desfibrilador, se realizará “la desinfección correspondiente al igual que cualquier otro material sanitario, teniendo especial cuidado en no deteriorarlo ya que se trata de un dispositivo electrónico”.

Y mientras se atiende a la víctima, los guardavidas deberán exigir “una distancia de seguridad de 4 metros de todos los que se encuentren en el entorno”. En tanto, al final de cada jornada laboral, deberán “limpiar y desinfectar todo el material de trabajo” además de “lavarse las manos periódicamente”.