La Confederación Farmacéutica Argentina en representación de más de 6 mil farmacias prestadoras en todo el país, que prestan su atención sanitaria a millones de jubilados en las más pequeñas poblaciones y en las más grandes ciudades, expresa su enorme preocupación por el atraso en los pagos de las prestaciones farmacéuticas del PAMI, que se remontan al mes de septiembre del pasado año.
En la última semana COFA expresó que hemos mantenido gestiones ante las nuevas autoridades del Instituto a quienes le hemos expresado la aguda situación que atraviesan las farmacias y hemos sido informados del estado de cosas en el PAMI.
Las farmacias hemos cobrado en el día de hoy el anticipo de la prestación según lo establece el Convenio, pero desde hace casi 60 días no cobramos los saldos de esas mismas prestaciones, lo cual hace que las farmacias pierdan su capital de trabajo y se encuentren en graves dificultades para hacer frente a los compromisos económicos que todo establecimiento debe afrontar: salarios, tarifas, impuestos nacionales y provinciales, alquileres y el punto más esencial, sus pagos a las droguerías proveedoras.
Desde el 1° de septiembre todas las prestaciones realizadas por las farmacias a los jubilados, gran parte de ellas con cobertura al 100%, se encuentran parcialmente impagas, lo cual es de por sí grave, pero lo es mucho más en un escenario de alta inflación como el que atravesamos que un medicamento dispensado hace cinco meses aún no haya sido cobrado en su totalidad.
Cuando el PAMI adeuda prestaciones en medicamentos no le adeuda a los laboratorios, ellos ya han cobrado por parte de las farmacias cada uno de los productos dispensados a los jubilados, le adeuda a las farmacias que reciben cotidianamente a sus pacientes y vecinos en un trato sanitario personal.
Las farmacias no hemos especulado en ningún momento con el cambio de gobierno y el cambio de administración y continuamos sosteniendo la prestación aún asumiendo pérdidas, al mismo tiempo que informamos a las nuevas autoridades del PAMI de la crítica situación reinante.
Nos resulta muy preocupante no solamente no haber cobrado ninguno de los saldos atrasados reclamados, sino que tampoco hemos recibido del PAMI un cronograma de pagos de la deuda que permita dar previsibilidad al desarrollo de nuestra actividad.
Hemos recorrido todos los caminos institucionales posibles buscando respuestas y comprendemos la situación del Instituto, pero nuestros pacientes jubilados deben saber que sus farmacias de cercanía están llegando al límite de sus posibilidades lo cual pone en riesgo la normal continuidad de la prestación.
Requerimos a las autoridades el diseño de un programa de pago que permita salir de este grave estado de cosas y ofrecemos, como desde hace más de 30 años, nuestra mayor colaboración en esa tarea para asegurar el derecho de los jubilados a acceder a sus medicamentos.