Después de dos días de negociaciones, no hubo acuerdo entre el gobierno bonaerense de Axel Kicillof y la oposición. Así, se cayó el tratamiento de la ley impositiva 2020, que implicaba un fuerte aumento de los impuestos para las grandes propiedades rurales y urbanas.
Las diferencias fueron irreconciliables. La oposición centró su pedido en las alícuotas y el porcentaje del incremento del impuesto inmobiliario rural y urbano, que establece subas promedio de 50% para todos los sectores, pero que van del 15 al 75% según la valuación de la propiedad. En su presentación, Juntos por el Cambio le reclamó al mandatario provincial que rebaje sus pretensiones y establezca como máximo un incremento en línea con la inflación; es decir, que no supere el 55%.
Desde el gobierno de Kicillof acusaron a la bancada que lidera la exgobernadora María Eugenia Vidal de no querer negociar y los calificaron como “pocos serios”. Según el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, la “oposición no está escuchando el resultado de las urnas” informa La Brújula.
Y, en diálogo con TN, agregó: “Es un proyecto que busca actualizar los niveles de inflación que no generamos. No vinieron a dialogar. No nos parece que la oposición tenga de rehenes a los 17 millones de bonaerenses”.
El presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Senadores provincial, Roberto Costa, rechazó la imputación de Bianco y aseguró que fue el gobierno provincial el que no quiso debatir cambios. “Es una discusión de sordos. Quisimos, ellos no. Dijeron que si modificaban el 75% no era su ley, quedamos estacionados ahí. Se terminó esta historia de locos”, resumió el senador.
En el texto de la iniciativa, que tiene más de 150 páginas, que ingresó en el Senado provincial en Nochebuena, Kicillof establecía que “resulta indispensable contar con una ley impositiva que se enmarque en los principios establecidos en la ley de emergencia y que procure recuperar autonomía fiscal y contar con los recursos necesarios para la atención de la situación actual”.
El otro punto sin entendimiento en la conversación entre oficialismo y oposición era por el reparto de cargos. Es que la oposición, que hizo valer el peso que tiene en el Senado para frenar el debate -cuenta 26 escaños sobre 20 del Frente de Todos-, reclamaba cuatro designaciones en el directorio del Banco Provincia, mientras que el Frente para la Victoria ofreció dos. Además, reclamaba cargos en la Contaduría, la Tesorería y el directorio de las empresas del Estado, como Aubasa, IOMA y el Grupo Bapro.