“Con las medidas cambiarias y financieras que tomamos, no hay una necesidad inmediata de recibir esos fondos”. De esta manera, miembros del Ministerio de Hacienda intentaron calmar las aguas en medio de un futuro incierto para el último desembolso del Fondo Monetario Internacional, que debería ser de 5.400 millones de dólares.
El contexto político en la Argentina contiene una mayor incertidumbre a la que se suma la del mismo Fondo, que no tiene hoy un director gerente en funciones, más allá del liderazgo de David Lipton, actual director provisional del organismo. “Con el reperfilamiento de la deuda y el control cambiario estamos mejor parados para enfrentar los próximos meses”, explicaron en Hacienda y comunica La Nación.
En el Gobierno no pierden el optimismo. Allí recalcan las decisiones del FMI anteayer de subrayar oficialmente que “la Argentina cumplió con todos los compromisos” y de habilitar una reunión con Lacunza. “Nosotros hemos planteado también que estamos cumpliendo con el programa fiscal y monetario acordado”, agregaron cerca del ministro y cerraron: “El diálogo es permanente. Vamos a seguir avanzando con las reuniones que se hicieron en Buenos Aires desde el próximo 25 de septiembre en Washington”.
“Las complejas condiciones del mercado y la incertidumbre política hacia adelante hacen que la situación sea aún más difícil”, había afirmado anteayer en conferencia de prensa Gerry Rice, vocero del Fondo. “Nuestro involucramiento con la Argentina sigue fuerte”. Aunque no definió fecha y hora en la agenda, Rice señaló que esperaba que Lacunza se reuniera con el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el jefe de misión para la Argentina, Roberto Cardarelli, quienes ya se habían visto con el Ministro de Hacienda en Buenos Aires en agosto pasado.