El gobierno bonaerense decidió pagarles a los empleados estatales un bono de 3.000 pesos, cuya primera cuota se abonará en el transcurso de este mes y la restante en octubre. La decisión, según indicaron fuentes calificadas, ya fue comunicada a los sindicatos y rechazada por las organizaciones que la calificaron de insuficiente.
Luego de la derrota del oficialismo en las elecciones Primarias se produjo una disparada del dólar que impactó en los precios. Y como consecuencia directa, se produjo una fuerte erosión en el poder de compra de los salarios.
Los gremios bonaerenses, en tanto, ya venían presionando por una recomposición salarial que se agudizó luego de que la Casa Rosada anunciara que pagaría un bono de 5 mil pesos para los estatales nacionales.
Si bien el planteo de los gremios de la Provincia es más abarcativo -quieren que para la segunda etapa del acuerdo salarial rija una cláusula de actualización automática por inflación, entre otros reclamos-, pretendían al menos que la administración de Vidal imitara la decisión nacional y pagara ese bono. Pero en las últimas horas, en el marco de una serie de encuentros reservados entre funcionarios y popes sindicales, alumbró una propuesta que generó, se supo, un profundo malestar en los gremios.
Es que el bono que propone Vidal no será de 5 mil sino de 3 mil pesos. Pero además, no se cancelará en un solo pago sino en dos cuotas.
Hay otra cuestión que limitará el beneficio, informa La Brújula. Sólo se pagará a aquellas categorías que no fueron alcanzadas con el beneficio de la reducción del pago del Impuesto a las Ganancias resuelto por la Nación. De está forma, el bono se pagaría a quienes cobran sueldos de 38 mil pesos para abajo.
“No hay más plata”, dicen que fue la explicación oficial para la contraoferta gremial de que al menos se igualara el monto del bono que pagará la Nación. Incluso trascendió que, pese a la queja de los sindicatos, la decisión del Ejecutivo es dictar un decreto y pagar esas dos sumas de 1.500 pesos.
El planteo oficial produjo malestar entre los sindicatos, incluso, con los que han exhibido desde el arranque de la gestión de Vidal una posición dialoguista como UPCN y los sindicatos enrolados en la Fegeppba. Hay quienes anticipan, por ejemplo, que podría estar madurando un paro bonaerense que acaso registre una coincidencia poco común entre organizaciones tradicionalmente enfrentadas.