Nicolás Dujovne se fue del gobierno dando un portazo contenido en las formas, ante el nuevo paquete de medidas económicas que lanzó la Casa Rosada pese a su resistencia y que en los hechos implica la decisión del gobierno de no cumplir con las metas fiscales acordadas con el FMI.

Ante el hecho consumado, Macri llamó de urgencia al ministro bonaerense Hernán Lacunza que estaba de vacaciones en Villa la Angostura y lo mandó a buscar en uno de los aviones de la obsoleta flota presidencial. El jueves pasado, La Política Online había anticipado en exclusiva que la renuncia de Dujovne era inminente y se informó también que el candidato más fuerte para reemplazarlo era el funcionario de María Eugenia Vidal.

“Lo hago convencido de que, en virtud de las circunstancias, la gestión que liderás necesita una renovación significativa en el área económica”, afirmó Dujovne en su carta de renuncia. La molestia del ahora ex ministro ministro con las nuevas medidas que implican un costo fiscal que de base es de 40 mil millones, pero además un congelamiento de precios del petróleo, fue tan evidente que evitó mostrarse durante los anuncios que tuvieron que quedar a cargo de Sica y Frigerio, que ante la inminencia de su salida dejó en claro que no le interesaba ser el reemplazante.

La salida de Dujovne abre así un enorme interrogante sobre cuál será la actitud ahora del organismo internacional, que pierde a su garante en el gobierno de Macri. Con un agravante: el nuevo director del Fondo, el norteamericano David Lipman, siempre mantuvo posiciones más duras en lo fiscal que su antecesora, la francesa Christine Lagarde.

Así, el ala política del Gobierno llevaba tiempo reclamando que se tomaran medidas que descomprimieran la economía a las que Dujovne se negaba sistemáticamente para poder cumplir con el déficit fiscal cero acordado con el FMI.

Hernan Lacunza, quien por estas horas pasó de ser ministro de Vidal a serlo para Macri.

El nuevo ministro

Lacunza tiene carácter fuerte y un sesgo fiscalista, pero deberá enfrentar una negociación con el FMI en términos muy desventajosos. Asume con un paquete de medidas en cuya elaboración no intervino, pero que en los hechos lo dejan ante un incumplimiento del programa acordado.

Muy cercano a Frigerio con quien compartió en la gestión porteña de Macri el Banco Ciudad, también tiene excelente relación con Guido Sandleris, hasta el momento el otro interlocutor con el Fondo. Al comienzo de su gestión en la provincia, Sandleris se desempeñaba como su secretario de Finanzas.