Es un final de año movido en Buenos Aires. Porque este jueves el suelo volvió a sacudirse en el corazón de la provincia, aunque en esta oportunidad el temblor no generó tanto desconcierto y susto como sí ocurrió con el sismo registrado el pasado 30 de noviembre.

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) publicó en su sitio web los detalles del sismo en color rojo, lo que representa que fue “sentido”. Ocurrió exactamente a las 07:17:46 y el epicentro se ubicó cerca de Casbas, localidad del partido de Guaminí, en el oeste de Buenos Aires.

El punto está 424 kilómetros al sudoeste de Capital Federal y 70 kilómetros al sur de Trenque Lauquen, en la misma zona donde en agosto y noviembre de 2016 se registraron dos de los cuatro sismos en territorio bonaerense que figuran en el archivo del Inpres.

El temblor de esta mañana tuvo una magnitud de 3,7 y una profundidad de 32 kilómetros. La intensidad, en la escala Mercalli Modificada, fue de II a III (“muy débil a débil”) en las localidades de Casbas y Laguna Alsina. Esto significa que fue “sentido levemente por algunas personas en reposo o en edificios” y que no provocó daños en la infraestructura.

Se trata de una zona con antecedentes sísmicos. En agosto de 2016, a las 21.01, habitantes de Guaminí percibieron un sismo de 3,7 grados. Tres meses después, el 7 de noviembre, otro temblor de 4 grados sacudió nuevamente esa área.

Pasaron más de dos años para que Buenos Aires fuera epicentro de otro movimiento telúrico. Ocurrió el 30 de noviembre pasado, en plena cumbre del G20, y no pasó para nada desapercibido en Capital Federal, La Plata y alrededores. Tuvo una magnitud de 3,8 grados y una profundidad de 25 kilómetros. La intensidad fue de III a IV en la escala Mercalli Modificada, que va de “débil a medio”.

“Lo perciben algunas personas en reposo. Objetos colgantes oscilan. Sin daños”, publicó el Inpres tras ese temblor que tuvo inmensa repercusión en las redes sociales.

“Fue un sismo intraplaca. Son fallas, rupturas en el suelo ocasionadas por los movimientos de las placas. En este caso, la ruptura se registró a 25 kilómetros de profundidad, dentro de lo que denominamos la corteza terrestre”, dijo en esa oportunidad Nora Sabbione, a cargo del departamento de Sismología e Información Meteorológica de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP.