El periodista deportivo y quien fuera la última pareja de la periodista, habló de la causa judicial que lleva la familia contra el Sanatorio de la Trinidad.

“Nosotros queremos justicia, sin venganza ni odio. La verdad, que es la autopsia, ya la tenemos. Ahora, la justicia”, aseguró Quique Sacco este lunes, a seis meses de la muerte de quien fuera su mujer, Débora Pérez Volpin. La periodista y legisladora falleció el seis de febrero mientras le practicaban una endoscopia de rutina en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo, al que había ingresado unos días antes.

Si bien ya se había expresado públicamente cuando fue el velatorio y el entierro de su mujer, y también a través de las redes sociales, Sacco eligió Arriba Argentinos -el ciclo que la periodista conducía con Marcelo Bonelli- para dar la primera entrevista: “Este es el programa de Débora y me pareció adecuado hablar en el lugar donde ella se desempeñó durante tanto tiempo”.

Desde que murió Débora Pérez Volpin, su familia realizó una denuncia e inició una causa legal contra los médicos que estuvieron dentro del quirófano porque, según indica Sacco, el cuerpo médico ni el directorio de Sanatorio de la Trinidad les dio una respuesta. “Nunca nos dijeron: ‘Pasó esto’, ‘Nos equivocamos en esto’ o ‘Fue esto’. Nunca. Y eso fue lo que nos movilizó para llegar a esta instancia”, explicó y agregó que están esperando que la Justicia ratifique el procesamiento de los profesionales para ir a juicio oral.

“Incertidumbre no es un término que yo utilizo en función de ponerle una calificación. Incertidumbre fue la palabra que nosotros recibimos del director médico y de todos los médicos. ‘Incertidumbre’. ‘No sabemos qué pasó’. Felizmente tenemos amigos médicos, a los que llamamos inmediatamente y empezamos este trabajo. Había que tomar una decisión ahí mismo. Fue difícil. No cualquiera puede tomar una decisión de magnitud, pero lo hablamos en familia y aquí estamos”, continuó el periodista deportivo que estuvo en pareja los últimos siete años.

“Agradezco a los medios, a la sociedad y a los remolones -como Pérez Volpin llamaba a los televidentes de Arriba Argentinos-, que hicieron que un juez renunciara y a partir de ahí se agilizó esta causa que ha desembocado en el procesamiento de los profesionales. El punto clave hoy es que si la Cámara del crimen ratifica este procesamiento ya estamos en las puertas de un juicio oral, que es lo que sería adecuado, lo conveniente y lo que corresponde”, agregó.

Y detalló: “Las pruebas están de sobra. El informe pericial es contundente. Lo que hay que determinar es el grado de responsabilidad que un profesional puede tener con respecto al otro, o en conjunto”.

Según informaron en el programa que conduce Marcelo Bonelli por la pantalla de El Trece, los abogados del Sanatorio de la Trinidad y de los procesados, buscarán pedir más pruebas, hecho que para Sacco significaría “dilatar la causa”.

“Nosotros no queremos dilaciones porque las pruebas están y la autopsia es contundente. A mí, lamentablemente me tocó ver estadísticas, datos, fotografías y videos, y quienes entienden de medicina te explican y no hay dudas: Débora entró sana y salió como salió. Y hoy estamos hablando de lo que ocurrió porque indudablemente hubo negligencia o impericia, o alguna situación que la Justicia tendrá que determinar”, explicó.

El periodista, además, contó que mantiene el vínculo con Luna y Agustín, los hijos que Débora Pérez Volpin tuvo con su primer marido, Marcelo Funes, y con la familia de su mujer. “Nosotros seguimos siendo una familia muy unida. Nos juntamos a comer como si ella estuviera y también hacemos viajes como si ella estuviera”, concluyó Enrique Sacco.

Fuente: Infobae/Foto: TN