José López, el exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo, pidió la nulidad de la condena por portación ilegal de arma de guerra -la que llevaba cuando dejó los bolsos con 9 millones de dólares en el convento de General Rodríguez- y aseguró que sus primeros abogados defensores en esa causa fueron pagados por Julio De Vido para jugar en su contra.

Después de haberse quebrado, y declarar como arrepentido en la causa de los cuadernos de Centeno, el exfuncionario volvió a hacer una intervención en la Justicia pero esta vez por otra causa con duras acusaciones contra sus entonces jefes en el gobierno de Cristina Kirchner.

En el documento, el exfuncionario detalló que cuando lo detuvieron el pasado 14 de junio en 2016 le ofrecieron para elegir entre dos letrados, entre los que figuraba Fernanda Herrera, conocida mediáticamente como “la abogada hot”. Cuando la vio participar en el programa de Marcelo Tinelli, López unió cabos y reflexionó: “Entendí que me la pusieron para hacer un show público para ridiculizarme y atraer más la atención sobre mi persona y así desviarla de otros”.

A su vez, aclaró que, después de pedir un cambio en su defensa, le propusieron a los abogados Diego Sánchez y Fernando García. Más tarde se enteró que fueron contratados por el exministro de Planificación, Julio De Vido, para hacerle una cama y no defender sus intereses. “Fueron ellos los que me pidieron que firmara el juicio abreviado que dio lugar a la condena, cuya revisión estoy solicitando, pero no explicaron las consecuencias perjudiciales que tendrían para mi libertad y mi defensa”, sostuvo en el texto.

En la misma línea, López se refirió al gobierno kirchnerista y los acusó de haberlo perseguido. “Me usaron como chivo expiatorio y se aseguraron que me condenaran para tenerme disciplinado”, denunció en el escrito, que es casi una declaración calcada a su presentación ante el juez Claudio Bonadio por los cuadernos de las coimas.

Sobre este punto, el exsecretario K remarcó que la noche de su detención lo presionaron para que dijera que la plata era de Lázaro Báez, pero que él no lo delató porque sabía que no era de él y pensó que era una “trampa” propia del Gobierno. “No sabía si me estaban probando o usando”, aclaró. A su vez, sostuvo que ese día “no estaba bien en ningún aspecto”, ni emocional, psicológico o anímico”.

Su actual defensora en la causa, Pamela Biserier, habló y explicó que el problema con la portación nunca tuvo que haber quedado en jurisdicción provincial y quedar dividida de la acusación por los bolsos.

La causa de los bolsos

López fue detenido el pasado 14 de junio de 2016 en un convento de General Rodríguez, después de que un vecino avisara al 911. En el momento del arresto, el exfuncionario llevaba bolsos con casi U$S 9 millones, 150 mil euros y una carabina, que intentaba esconder en el monasterio.

Tras el análisis de los llamados telefónicos, se detectó que la noche anterior, su esposa y una de las monjas habían pactado la visita del exsecretario al lugar.

Por este motivo, la hermana Inés fue acusada por presunto encubrimiento: es la mujer que aparece en las imágenes de las cámaras de seguridad ayudando a López a ingresar los bolsos con el dinero.

La Justicia lo acusa, al igual que Díaz, por el delito de enriquecimiento ilícito ya que desconocen el origen de ese patrimonio millonario. A su vez, lo investigan por la compra y refacción de su casa en el Dique Luján, partido de Tigre. El exfuncionario había explicado que alquilaba la propiedad, pero se comprobó que era suya y que estaba a nombre de testaferros.

En octubre pasado, el exsecretario había pactado con las autoridades una condena de un año y siete meses de prisión por la portación ilegal de la carabina, al reconocer su culpabilidad por ese delito, que se atenuó porque tenía la credencial de tenencia.

TN