Tener las vacunas al día será un nuevo requisito para tramitar el DNI, el pasaporte o la licencia de conducir, entre otros trámites, si se aprueba un proyecto de ley que prevé nuevos mecanismos de control y medidas tendientes a facilitar el acceso, el cumplimiento y el financiamiento de la vacunación gratuita y obligatoria, no sólo en chicos sino también en adultos.

El objetivo de la nueva Ley de Vacunación es actualizar el marco normativo vigente desde 1983 (la ley 22.909), dado que el panorama actual es muy diferente al de hace 35 años, cuando el Calendario Nacional contaba con sólo seis vacunas obligatorias para niños: hoy es ejemplo a nivel regional y mundial, con 20 para toda la familia, en cada etapa de la vida.

Los especialistas comenzaron a preguntarse entonces cómo lograr que las vacunas sean efectivamente obligatorias para los adultos. Es que mientras que el mecanismo padres-pediatras-colegios (que exigen certificado al día) está bien aceitado, una vez concluida la etapa escolar el cumplir con el calendario se convierte en la práctica más en una decisión individual que en una obligación formal.

“Los adultos en Argentina ni siquiera sabemos cuáles son nuestras vacunas”, admite el diputado nacional justicialista Pablo Yedlin, vicepresidente de la comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara baja y autor del proyecto. Para realizar los trámites, aclaró, a los mayores no se les exigirá que presenten el carnet de vacunas de la infancia. “Se les va a pedir el certificado que acredite que tienen aplicadas las de la hepatitis B y la doble bacteriana adultos. A los nacidos después de 1965, también la triple viral (que protege contra sarampión, paperas y rubéola). Y sin son mayores de 65 años, la antigripal y las antineumocóccicas”, precisó.

Uno de los principales objetivos es el de elevar las coberturas de vacunación que “son buenas en Argentina, pero no están mejorando”. Para el legislador “no es un tema en el que nos podamos quedar tranquilos” y resalta que el espíritu de la ley es que el interés sanitario prevalece sobre el individual. “Con coberturas por encima del 95% se genera el efecto rebaño, todos los que nos vacunamos protegemos a los que no se pueden vacunar. Por eso las vacunas son gratuitas, pero además obligatorias”, expresó.

A hacer trámites vacunado

En el artículo 13, el proyecto de ley estipula que se requerirá el carnet unificado de vacunación (CUV) en trámites de ingreso y egreso del ciclo lectivo; realización de exámenes médicos pre-laborales y periódicos de trabajo; tramitación o renovación de DNI, pasaporte, residencia, certificado prenupcial, matrículas profesionales, licencias de conducir y certificado de supervivencia; tramitación de asignaciones familiares y no retributivas.

La ley prevé la creación del Registro Nacional de la Población Vacunada Digital, en el que se deben asentar los datos de vacunación de cada uno de los habitantes de todas las jurisdicciones y subsistemas de salud (público, seguridad social y privado). “La idea es que se pueda consultar online -apunta Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE)-. Pero hacer un carnet de vacunas nacional y proveerlo a las provincias es el doble aseguro, ya que si el interesado lo pierde, el objetivo es que con el DNI imprima otro”.

El texto sostiene la vacunación compulsiva, prevista en la ley actual, que instruye a las jurisdicciones a notificar a los padres que no quieran vacunar a sus hijos y contempla la posibilidad de obligarlos a hacerlo a través de un fallo judicial (ya hay antecedentes en el país). Además, en campañas de vacunación escolar, se va a considerar a los chicos tácitamente autorizados por sus padres, de lo contrario tendrán que dejar asentada su negativa y vacunarlos en otro lado.

Para quitar obstáculos al acceso, se justificará la inasistencia laboral el día que los adultos vayan a vacunarse o que lleven a sus hijos. También habrá facilidades a nivel impositivo, ya que prevé la exención de impuestos para el desaduanaje.

Garantizar el financiamiento

“La idea no es obligar, sino garantizar un derecho”, subraya el diputado Yedlin, quien es médico pediatra e integra la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNain). El proyecto decreta por ley que el presupuesto para la compra de vacunas es intangible. “El objetivo es asegurar la prevención primaria a través de las vacunas como política de Estado. La ley define que la vacunación es gratuita y que la responsabilidad de la compra y la provisión de todos los insumos es responsabilidad del Estado Nacional. Eso es así hoy, por lo que no estamos cargándolo con ningún costo más del que ya tiene. Simplemente lo dejamos fijo para que no venga nadie con ideas originales de querer ajustar en este tema”, afirma. En la actualidad, la Nación invierte 400 millones de dólares anuales en vacunas.

Ayer, el Ministerio de Salud anunció la decisión de posponer la vacunación contra el meningococo en chicos de 11 años. “Es una cuestión económica, porque no hay problema de provisión -dijo-. Es mentirse pensar que sacando vacunas se va a ahorrar plata, dado que la mayoría son costo-efectivas”, manifestó Yedlin. La SAVE, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Fundación Huésped ya manifestaron su preocupación por esta decisión.

“El calendario de vacunación argentino es uno de los mejores de la región y del mundo. La Argentina tiene mucho para estar orgullosa en el tema de vacunas, que viene superando la grieta y pasando de un gobierno a otro. Tenemos un sistema de cobertura universal, que funciona igual en Capital que en La Quiaca. Y esta es una de sus grandes ventajas, porque si nos retrotraemos a la época anterior a estas políticas, lo que pasaba es que como pediatras teníamos que decidir según la obra social del chico o de la capacidad de pago de sus padres qué vacuna le íbamos a ofrecer. Ese tema que parece una cosa prehistórica para la Argentina, lo hemos vivido nosotros -que no somos tan viejos- y está superado. Eso es lo que no puede entrar en riesgo y eso es lo que esta ley intenta garantizar”.

La norma se trabajó en conjunto con el Ministerio de Salud y con la CoNain y cuenta con el apoyo de los diferentes bloques y de sociedades científicas como la SAP, la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Fundación Huésped, la Sociedad Argentina de Infectología, la SAVE y la Sociedad Argentina de Medicina.

Dos proyectos anteriores se cayeron al perder estado parlamentario. Confían en que este pueda avanzar.El martes obtendrá dictamen en la comisión de Salud de Diputados. Una vez que lo aprueben también las de Presupuesto y Legislación General se habilitará su discusión en el recinto, donde Yedlin descuenta su aprobación. Y la comisión de Salud del Senado, adelantó, también está dispuesta a darle tratamiento inmediato.

Clarín