Veintidós títulos nacionales, dos podios panamericanos, varias finales mundiales, y un diploma olímpico, además de récords argentinos en varias categorías y uno sudamericano en lanzamiento de bala, su especialidad. En esos números se puede resumir la carrera de Germán Lauro​, uno de los representantes más destacados de la historia del atletismo argentino que, con 34 años, encarará este año una nueva etapa. Porque el trenquelauquense decidió retirarse, como confirmó en un comunicado la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), pero ya tiene nuevos desafíos en el horizonte.

Ocupará de ahora en adelante el cargo de Técnico Operativo de Selecciones Nacionales de la CADA, con el fin de ayudar y acompañar a los equipos argentinos. Y su primer reto lo tendrá en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020​, en los que será el Jefe de Equipo de Atletismo de la delegación celeste y blanca.

“Germán ha tenido una trayectoria impecable, siendo un ejemplo para sus compañeros de equipo y para las nuevas generaciones. Cumplió funciones de capitán de equipo, abanderado en competencias internacionales, integrante de la comisión de atletas y guía de los más jóvenes”, afirmó la CADA en el texto publicado en su página web.

Lauro dedicó 22 años de su vida al atletismo. Uno de los momentos más importantes de su carrera -sino el más importante- lo vivió en los Juegos Olímpicos de Londres 2012​, en los que terminó sexto en lanzamiento de bala con una marca de 20,75 metros (nuevo record nacional en ese momento). Fue la mejor actuación de un atleta argentino en una cita olímpica en medio siglo e igualó la mejor de la historia de un lanzador de nuestro país, al conseguir el mismo puesto que Federico Kleger en martillo, en Los Ángeles 1932.

El trenquelauquense, olímpico además en Beijing 2008 y Río de Janeiro 2016, ganó las medallas de bronce en bala en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y Toronto 2015 y fue finalista en los Mundiales de Moscú 2013 y Beijing 2015; además de las citas ecuménicas bajo techo de Estambul 2012, Sopot 2014 y Portland 2016.

Es dueño de 18 medallas sudamericanas, entre ellas nueve de oro (seis en bala y tres en disco). Y con sus 22 títulos argentinos absolutos (13 en su disciplina preferida y nueve en la otra en la que solía competir) es el segundo más ganador de la historia, a uno de Domingo Amaison, una leyenda de las pruebas de medio fondo y fondo en nuestro país.

Otro momento inolvidable para Lauro fue su participación en la fecha de la Liga de Diamante de Doha en 2013. No solo porque fue el primer argentino en competir en ese torneo, la cita anual más importante del atletismo. Sino porque se colgó la medalla de plata y con un lanzamiento de 21,26 metros estableció un nuevo récord sudamericano (superado cuatro años más tarde por el brasileño Darlan Romani) y argentino (aún vigente).

Aunque el trenquelauquense no solo se destacó por sus actuaciones en la pista. Fue siempre un defensor de los atletas argentinos y nunca tuvo problemas para levantar la voz para reclamar mejoras en las condiciones de entrenamiento y competencia o en el apoyo a los deportistas.

“Hay que empezar a pensar más en un cambio en política deportiva argentina. A tener un Norte y a pensar a largo plazo para ver cómo crecemos deportivamente como país. Los momentos del deporte no deben ser una casualidad, sino una consecuencia de un trabajo a largo plazo”, había dicho en una entrevista con Clarín en mayo del año pasado, justo antes de viajar al Sudamericano de Lima. Tal vez en su nueva etapa como parte de la dirigencia, pueda poner su granito de arena para que ese objetivo que había planteado se haga realidad.