Federer derrotó a Kudla y ahora definirá con Coric.

Uno tiene 36, ya casi 37; el otro 32. Siguen siendo los grandes referentes del tenis, pero además pelean semanalmente por el 1 del mundo de tenis. Jueguen o no. El español Rafael Nadal, el más joven, ya defendió los puntos de la temporada de polvo de ladrillo, coronados con el 11° título de Roland Garros. El suizo Roger Federer, el eterno, está cumpliendo la misma misión, pero sobre el césped. Y ambos con la mira en el tercer Grand Slam del año: Wimbledon, que arranca el 2 de julio.

Este sábado, Federer se clasificó para la final del torneo sobre pasto de Halle (ATP 500, con casi 2 millones de euros en premios), en Alemania, tras eliminar al estadounidense Denis Kudla 7-6 (7/1) y 7-5 y se encuentra a una sola victoria de conservar su condición de N° 1. Si bien solamente ha perdido un set, ante el francés Benoit Paire (Roger debió levantar dos match-points), Federer no alcanzó en el certamen un gran rendimiento. En todos los partidos tuvo dificultades, incluido frente a Kudla, 109° del mundo. Pero siguió ganando y está en una nueva final. Su rival, este domingo, desde las 8 de la Argentina, será el croata Borna Coric (34°), de 21 años, ganador del español Roberto Bautista Agut (16°) por 2-3 y abandono, por lesión en la zona inguinal.[metaslider id=1078]

De ganar, Federer conseguirá su 10° título en Halle y el 99° de su carrera, quedando de cara a Wimbledon con la chance de sellar en el mítico All England su centésima consagración. El suizo ya acredita 8 conquistas en ese certamen y un total de 20 victorias en Grand Slams.

Ahora bien, ¿cómo llegará Nadal al Grand Slam sobre césped? Campeón en dos oportunidades, Nadal eligió descansar esta semana y no jugar en Queen’s. El mallorquín, en diálogo con el diario digital El Español, reconoció que arribará “con menos preparación”.

Se ha estado preparando en Mallorca y este lunes tiene previsto viajar a Londres para ponerse a punto. “He tenido una gira de tierra muy intensa y el cuerpo necesitaba descanso porque los cambios drásticos no son positivos. Estos días la adaptación debía ser física y tenística a la superficie. Es cierto que llego a Wimbledon con menos preparación, pero tengo un buen recuerdo del año pasado y en este vengo con la confianza alta porque he jugado muy bien toda la gira de polvo”, añade el ganador de 17 Grand Slams.

Fuente: La Nación