El peritaje determinó que el artefacto fue colocado en el exterior del lugar y que es de fabricación casera. La activación fue con un dispositivo eléctrico, pero se desconoce exactamente si fue mediante un reloj o inalámbrico.
En el lugar trabajó la Dirección de Explosivos a la cual se solicitó un informe detallado de su intervención, además se pidió un relevamiento de las cámaras privadas y municipales del sector y declaraciones testimoniales de todos aquellos que hayan tomado conocimiento de alguna circunstancia relevante para la investigación. Una vez colectada toda esa información se analizarán los pasos a seguir en el marco de la causa.
“(…) Se desprende que los elementos en cuestión en su conjunto y debido al confinamiento de una cierta cantidad no precisada de un deflagrante (posiblemente pólvora). Arrojan como consecuencia la detonación del envase por exceso de presión, siendo este metálico (posiblemente aluminio). Deduciendo que su sistema de iniciación sería eléctrico por los componente hallados, no pudiendo determinar si es remoto inalámbrico o con temporizador (reloj). Llegando a la conclusión de que se trata de un artefacto explosivo no reglamentario, con el poder suficiente para producir lesiones y daños a terceros”, indican las conclusiones del peritaje.
Se investigan los delitos referidos a estrago doloso por explosión, tenencia de bombas y materiales explosivos y organizaciones que tienen por objeto imponer ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor.