Ayer, el Ministerio de Economía, mediante la secretaría de Energía, a cargo de Flavia Royón, confirmó que aumenta la luz como producto de la actualización de los valores tras la devaluación de la moneda local del 22% establecida el lunes pasado, luego del triunfo de Javier Milei en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

Como consecuencia de la devaluación, Royón afirmó que “va a haber una actualización” de las tarifas que tendrá por resultado que aumenta la luz, de manera que las remarcaciones de precios podrían impulsar que el índice de inflación se conforme con dos dígitos para el mes de agosto.

En ese marco, la Secretaria de Energía afirmó que los estudios de los efectos de la devaluación sobre los costos de generación de energía comenzarán “la semana que viene”, tarea que quedará en manos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

Vale mencionar que, Royón señaló que se mantendrá el actual esquema de subsidios a las tarifas a pensar de que aumenta la luz a los sectores que quedaron calificados como de ingresos bajos y medios, contrario a los que ya quedaron por fuera del sistema desde el 1° de mayo, cuando se eliminó el beneficio a los que no lo pidieron o a los segmentos de altos ingresos.

Según las estimaciones realizadas por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que responde a la Universidad de Buenos Aires y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), si no se aumenta la luz, el Estado tendría un gasto público extra de $ 70.000 millones hasta fin de año para mantener los subsidios y el precio atrasado.

Por otro lado, Royón no detalló ninguna medida de suba a las tarifas de gas, aunque se espera que pase lo mismo que con la luz, debido a que su producción se mueve 100% en dólares, por lo que se deberá esperar a una audiencia pública para determinar los costos del abastecimiento.

“La cadena de combustible está muy atada al valor del dólar“, recordó la Secretaria de Energía, al repasar que tras la suba del 12,5%, el Gobierno y las empresas petroleras decidieron un congelamiento de precio hasta el 31 de octubre.

En esa línea, Royón confirmó que también hay un atraso en el valor de las naftas, pero de igual forma señaló que “hoy el objetivo es la estabilización de la inflación y por eso se hacen estos acuerdos de precio, para que también no se traslade toda la devaluación y que haya una previsibilidad”.